El jurado popular tiene la palabra
El juez les ha recomendado paciencia porque, si no se ponen de acuerdo, a la tercera deliberación frustrada habría que repetir el juicio
Santiago de Compostela
Aislados, custodiados e incomunicados en un hotel de Santiago, incluso se les han retirado los teléfonos móviles. Así están los 9 miembros del jurado popular del caso Asunta. Tienen todo el tiempo que precisen para deliberar sobre los 21 apartados o preguntas que les ha presentado el juez y que integran el objeto del veredicto. Este no es otro que decidir sobre la culpabilidad o no de los acusados, Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres de la niña.
Los jurados tendrán que pronunciarse, no cabe la abstención bajo pena de multa, sobre todas las cuestiones. Y sobre aspectos como si se trata de un caso de homicio o asesinato, sobre la co-autoría, sobre el agravante de parentesco y todo en base a pruebas indiciarias. El propio juez reconoce que no existe ninguna prueba directa sobre la muerte de Asunta. Jorge Cid le ha pedido al jurado popular que delibere con responsabilidad.
Insiste el juez en que las pruebas indiciarias tienen plena validez jurídica. Una insistencia que no le ha gustado nada a los abogados de los acusados, podría ser motivo de recurso.
El juez les ha recomendado paciencia, porque si no se ponen de acuerdo, a la tercera deliberación frustrada habría que repetir el juicio. El jurado, en caso de duda, tendrá que aplicar simpre el principio jurídico que favorece al acusado.