"Tenemos estafadores que hacen fontanería financiera"

Barcelona

La presentación se ha hecho en la Pedrera porque la novela habla de la época en que este edificio era un lugar tranquilo que no visitaba nadie, "un edificio abandonado con un bingo donde los turistas pasaban de largo". La novela se mueve entre la Barcelona preolímpica, cuando aún no había llegado el turismo masificado, y el momento actual, pero Mendoza dice que no es nostálgico porque tiene buena memoria. El autor regresa con esta novela a uno de sus temas recurrentes "en la base de todas mis novelas hay una irritación con el tópico publicitario de la Barcelona de fiestas y congresos".

Mendoza cree que bajo una máscara de amabilidad esconde una ciudad "con problemas, dura y conflictiva". Asegura que todos los personajes de la novela son él, personajes que como todo el mundo "bailan al son marcan los demás".

En cuanto a la situación política actual dice que más que un momento de corrupción estamos viviendo un momento de desenmascaramiento de la corrupción. "No sé si tenemos los gobernantes que nos merecemos pero sí que tenemos los delincuentes que nos merecemos, estafadores de bajo nivel que en vez de ingeniería financiera hacen fontanería financiera".

Hablando del humor presente en su escritura, Mendoza ha citado a Aristóteles cuando decía "la esperanza nos defiendes del presente y el humor del pasado". El escritor asegura que "me divierto pensando las tonterías que escribiré, escribir es un esfuerzo para que el humor escrito debe funcionar como una máquina exacta".

Finalmente Eduardo Mendoza descartó escribir unas memorias "ya están escritas para que todas las novelas están hechas de fragmentos de memoria" y dijo que no sabe si habrá más entregas de su detective que, por no tener, no tiene ni nombre.