Sólo veo una solución posible

Valencia

Cuando Mestalla pide una cabeza, la pide incesantemente hasta que la consigue. Un cántico así no es flor de un día. Tenemos muchos ejemplos en los que ha ocurrido de esta manera. Si la cantinela del "Fulanito vete ya" se convierte en hit popular para la mayor parte de la grada, ya se queda ahí hasta que el César en cuestión concede su deseo a la plebe. 

Por eso considero que la única solución posible que hay para corregir una situación que se puede convertir en altamente peligrosa para el club es que Nuno deje de ser el entrenador del equipo. Ya lo tenía claro desde que el cántico apareció por primera vez el día del Betis, pero ahora ya lo tengo meridiano. Que el resultado de un partido sea una goleada por 3-0 a favor del Valencia y que acto seguido al pitido final se coree mayoritariamente el "Nuno vete ya" no admite otra cosa que la salida de éste, por lo menos en mi opinión. 

Me encantaría equivocarme, porque eso supondría que Nuno ha sabido revertir la situación y que el equipo de repente se pone a jugar a las mil maravillas, pero ni me parece que eso vaya a suceder, porque no me ha transmitido sensaciones futbolísticas en ningún momento para pensar así, ni me parece que aunque eso sucediera se pudiera eliminar definitivamente la cancioncita, porque creo que hay más cuestiones al margen de las simplemente futbolísticas que llevan a muchos a cantar lo que cantan. Que los pitidos empezasen el día de la presentación del equipo cuando el bagaje deportivo del entrenador era por lo menos aceptable habiendo conseguido el récord de puntuación del Valencia en una temporada, dejó bastante claro que a Nuno se le quiere hacer pasar factura por otras cosas que nada tienen que ver con el fútbol. Y eso ya no se va a arreglar.

Pero si es que fue hasta kafkiano que la grada empezase a corear el nombre de un delantero que estaba en la grada y que no ha aportado ni un 10% de lo que se esperaba de él cuando llegó. Si hasta el propio Negredo estaba flipando. No ha hecho apenas nada en el Valencia y Mestalla le ensalza simplemente cual envío de otro misil destructivo a la línea de flotación del entrenador con quien está enfrentado. El acabose. 

Por eso, y aunque en un pequeño instante de su rueda de prensa posterior al derbi, yo llegué a sentir verdadera pena por él cuando decía estar muy dolido por lo que había tenido que escuchar, realmente se me pasó pronto. Mis compañeros me hicieron ver que esa lástima forma parte de una estrategia de acercamiento a la afición, de tratar de dejar de lado su estatus de Dios para mostrarse terrenal ante la gente, como también hizo durante la semana concediendo algunas entrevistas cuando nunca antes lo había hecho. Pero llega tarde. Esa estrategia ahora ya no vale. La coyuntura se ha enrevesado hasta el punto de que ya no es posible deshacer los nudos. Para mí ya no va más. Sólo queda una solución posible.