Violencia de género: palabras y sentencias huecas

Las palabras suenan huecas y las condenas también. Es como si nuestra sociedad, en este caso la alicantina, hubiera bajado los brazos en la lucha contra la violencia doméstica.

Otra mujer más que fallece y que pasará a engrosar la estadística, pero que volveremos a olvidar hasta que lamentablemente se produzca el siguiente fallecimiento.

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Nos hemos acostumbrado a una letanía que no es purgante; más bien es anestésica.

Concentraciones, marchas como la del sábado en Madrid, de poco servirán si los partidos políticos -ahora que estamos a las puertas de las elecciones- no se convencen de que la lucha para acabar con los asesinatos de mujeres es una auténtica prioridad política y una demanda social.

Que lo demuestren y que sus propuestas en los programas electorales, sean verdaderamente audaces o valientes.