“Los madrileños vamos al hospital a que nos curen, no a coger infecciones”
El sindicato UGT denuncia que en tres años las empresas adjudicatarias de los hospitales públicos de Madrid han reducido su personal de limpieza en un 32 por ciento

Roberto Tornamira (UGT) explica las cifras del informe / Alberto Pozas

Madrid
El sindicato UGT ha hecho público un informe en el que aseguran que los principales hospitales públicos madrileños han perdido más del 32% de su personal de limpieza en los últimos dos años: de los 2.816 trabajadores que acumulaban en 2013 a los 1.909 que según el sindicato tienen este año, con hospitales como el Puerta de Hierro (-29,2%), el Severo Ochoa (-15,05%) o el de la Princesa (-14,1%) como los más afectados por estas reducciones.
En su informe, el sindicato carga directamente contra las dos principales adjudicatarias del servicio en la Comunidad (Clece y Ferroser) por sus reducciones de plantilla a través de Expedientes de Regulación de Empleo y acusando a la Comunidad de subastar la limpieza de los hospitales "primando las ofertas más bajas económicamente"· Según ha explicado Roberto Tornamira desde el sindicato, "es lo que llamamos la subasta al peor postor, el resto de ítems con el Partido Popular han sido borrados de la faz de los contratos".
El sindicato - que asegura haberse reunido con el Consejero de Sanidad el 21 de octubre sin haber obtenido respuesta por el momento - exige que la Comunidad cambie sus criterios de adjudicación de cara a la renovación de estos contratos, y advierte que es una situación equiparable a la vivida en la actualidad con los servicios de limpieza en las calles de Madrid: "No estamos hablando de la calle o de un parque, hablamos de un hospital donde los madrileños y madrileñas vamos a que nos curen, no a coger una infección".
En algunos centros esta situación laboral ha llevado incluso a la huelga: el próximo 16 de noviembre serán las trabajadoras del Ramón y Cajal las que vayan a la huelga. "Ha pasado de 343 trabajadoras en 2013 a las 280 a fecha de hoy", explica Tornamira, que espera que por lo menos se llegue a las 300 que había el año pasado.




