El delantero del Leioa, Etxaniz, y el portero del Deusto, Angoitia, protagonistas

Bilbao

Jon Etxaniz pasaba por ser el mejor rematador de Lezama. 5 goles en los últimos 7 partidos con el Leioa así lo corrobora, aunque las lesiones de rodilla le han diezmado en los últimos años. A tiempo de despegar tras sus pasos por Bilbao Athletic (formado desde alevines en Lezama), dos cesiones a River y Barakaldo, más el Tudelano el curso pasado, vuelve por sus fueros: “La verdad es que he tenido mala suerte, me he lesionado mucho, espero que haya pasado ya, ahora estoy bien y se nota”. Junto a Borja Angoitia, joven portero del Deusto, estuvo en SER deportivos. “Yo lo que intento es meterles gol”, le lanza al meta de Las Arenas, un enamorado de la profesión de portero con pasado reciente en USA.

Etxaniz, que coincidió en el Athletic como Muniain, Eraso, Aketxe, Morán, reconoce que “el Athletic siempre se portó muy bien conmigo porque he dado mucha guerra con las lesiones. Estuve un año entero sin ni siquiera poder entrenar y me renovaron para el año siguiente”. En el Leioa, “disfruta por fin”, subraya, si querer definirse demasiado sobre sus peculiaridades: “Soy rematador, siempre me ha gustado cerca del área, rematar, ese tipo de perfil, he solido meter goles”. Se fijaba en “Diego Milito” y sólo mira el presente a sus 24 años: “No me planteo nada”, sí cuando era un “chaval en Lezama, cuando en juveniles marcaba muchos goles, era normal, teníamos muy buen equipo, pero es complicado. El tiempo pone a cada uno en su sitio y ya se verá”. En el seno del Leioa se ha reencontrando: “Estoy muy a gusto, disfrutando con los compañeros y el equipo”. Encima ya décimos en la tabla: “Al ser tan igualados en cuanto ganas dos partidos te vas para arriba”.

Borja Angoitia, de 23 años, intenta abriese paso en el Deusto de Aitor Calle, recién llegado de Conneticut, entre Nueva York y Boston, militando en el Bobcats de la Universidad de Quinnipiac. Permaneció tres años y medio cursando Administración y Dirección de empresas compaginando con el soccer. “Me marché con 18 añitos y de vuelta ya, aunque mi idea era quedarme. Lo intenté, pero el tema del pasaporte en EEUU te pone muchos problemas. Estuve probando en tres equipos, pero no hubo suerte”. Antes se había formado en el Arenas, primero de jugador y después ya bajo palos, con Ager Aketxe. Le encanta Víctor Valdés, al que describe como “la perfección, mi referencia desde chiquitín. Lo que te transmite no lo hace nadie más, seguridad, confianza”. Ser portero marca: “Sí, tenemos una unión entre nosotros y nos tenemos que proteger”. Su sueño versa en “jugar en el Athletic: te puedes parar a pensar cinco minutos al día que qué bonito sería jugar en San Mamés, aunque es muy difícil”.