Al rescate de la vid silvestre
Álava recupera la vitis vinífera en el Lago de Caicedo y Bodegas Casa Primicia la cultiva a modo de experimento en una de sus fincas

FINCA CARRAVALSECA. BODEGAS CASA PRIMICIA / BODEGAS CASA PRIMICIA

Vitoria
Escucha aqui la conversación que hemos mantenido en 'Hoy por hoy Vitoria' con Joseba Carreras, Jefe de la Sección de Biodiversidad de la Diputación Foral de Álava y Juan Ramón Madrid, de Bodegas Casa Primicia acerca de la recuperación en el bosque y en el campo de la vitis vinífera, una especie de vid silvestre que se estaba perdiendo en Álava.
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RECUPERACIÓN DE UVAS SILVESTRES EN ÁLAVA
Álava está recuperando vides silvestres. Se trata de una planta antaño muy conocida y utilizada en las casas para la elaboración de vinagre para encurtidos o para fabricar maromas con su parte vegetal y que a día de hoy está entre las especies amenazadas de nuestra flora. El caso es que cayó en desuso y se ha vuelto una gran desconocida; de hecho, en las limpiezas de ríos u orillas de las carreteras –sus hábitats habituales- se han venido arrancando estas vides junto con otras especies vegetales sin reparar en que se trataba de estos ejemplares. Según los estudios de Rafael Ocete, un experto que ha realizado un seguimiento de esta especie en nuestro territorio, en los últimos diez años la cantidad de vid silvestre que había localizado en Álava habría descendido en un 61%.
Alertada por Ocete -profesor de la Universidad de Sevilla- la Diputación ha venido realizando un seguimiento y localización de las vides silvestres en la provincia y se han hallado varios lugares donde sobrevive esta planta. Después de un proceso de recuperación en el vivero foral, varias decenas de ejemplares han sido replantados en los alrededores del Lago de Caicedo y el plan es hacer lo propio con estas vitis vinífera en otras zonas de Álava.
Domesticar la uva silvestre
Cuando Juan Ramón Madrid, de Bodegas Casa Primicia, conoció los trabajos de Diputación con la vid silvestre decidió embarcarse en la aventura de cultivar unas cuantas de estas trepadoras en su finca de Carravalseca. Para ello utilizó una treintena de plantones de origen alavés que habían cuidado en un vivero de recuperación de flora ibérica en Albacete. Con mucho mimo han logrado que algunos ejemplares crezcan más de dos metros; de momento las vides no dan fruto –alguna uva simbólica- y el objetivo por el momento es sacarlas adelante. No obstante, en una segunda fase de este proyecto el plan es experimentar para ver qué puede dar de sí este cultivo. Las uvas silvestres tienen un alto nivel de acidez, por lo que elaborar un vino monovarietal no parece ser la alternativa, aunque en un coupage – una mezcla- podrían dar buen resultado; además, esa acidez es una gran característica para lograr un buen vinagre. Madrid asegura que aunque no consigan sacar nada de estas vides y sus uvas, a ellos les vale con haber contribuido a recuperar una especie autóctona que estaba a punto de perderse.




