Un pleno municipal surrealista

Palencia

El Pleno Municipal del Ayuntamiento ha dejado escenas y debates cuanto menos llamativos. Unanimidad de los grupos políticos para debatir dentro de la Junta de Portavoces las decisiones a adoptar de cara al nombre del Pabellón y la estatua de Marta Domínguez una vez conocida a fondo la decisión del TAS acerca de su sanción por dopaje. Tras un breve paso por los puntos del orden del día llegó el turno de las mociones.

La primera, presentada por Ganemos Palencia acerca del uso del glifosato, un herbicida, para que se elime su uso en la ciudad dejó un debate de más de 30 minutos con intervenciones, en algún caso muy poco acertada, que llegaron a provocar la risa general de los allí presentes.

Se aprobaron por unanimidad las tres mociones presentadas por Ciudadanos para limitar las libres designaciones, para adoptar medidas de potenciación del sector agroalimentario y la relativa a la entrada en servicio de la segunda ambulancia de soporte vital básico en la capital. En esta tanto PSOE como Ganemos lamentaron que ya en la legislatura pasada se aprobó otra moción en los mismo términos que ha sido ignorada por la Junta.

Pero fue en la segunda moción, la presentada por Ganemos Palencia sobre la cesión y utilización de los centros públicos la que provocó la situación más surrealista del larguísimo pleno cuando llegado el momento de votar los representantes municipales no sabían como hacerlo. Tras leer el secretario municipal el reglamento se realizaron varias intentonas de votación que crearon confusión y fueron rechazadas,  para finalmente votar a mano alzada produciéndose un empate en las dos vueltas que fueron necesarias, gracias a la abstención de Juan José Lerones de Ciudadanos. Entre medias, el portavoz del equipo de gobierno, David Vázquez, llamaba la atención a una persona del público por hacer fotos durante las votaciones a los representantes municipales por su condición de pertenecer a un determinado partido político lo que provocó también la respuesta de Juan Gascón. Fué finalmente el voto del alcalde el que decidió rechazando la moción pero con el compromiso de reunirse para intentar llegar a un consenso.