Reacción sin remontada

San Sebastián

El Bera Bera cayó con la cabeza muy alto en los dieciseisavos de final de la Copa EHF. El equipo donostiarra tenía que remontar la desventaja de cinco goles con la que regresó de Eslovaquía, y desde el principio lo intentó todo para conseguirlo. Pero en la segunda parte, cuando más de masticaba la heróica remontada, la actuación arbitral, muy discutida y polémica, evitaba que las donostiarras pudieran completar su reacción les dejaba sin premio. Al final, empate, 24-24.

Las de Montse Puche comenzaron intensas desde el principio, pero sin querer correr, intentando no imprimir demasiado ritmo al partido, para evitar que las eslovacas se fueran a 29 goles, algo que hubiera complicado mucho más su remontada. Fruto de ese balonmano control, no lograban despegarse en el marcador, en incluso el Iuventa les superaba al final de la primera mitad. Pero nada estaba perdido, porque las donostiarras demostraban que no eran inferiores al Iuventa.

Por eso, en la segunda parte, Puche aleccionó a sus jugadoras que había que pasar al ataque, a jugar sin complejos para buscar una remontada que ella sí veía posible. Y no le faltaba razón. El Bera Bera comenzó a hacer lo que mejor sabe: defender bien y salir rápido a la contra. Y fruto de ese juego se empezó a abrir una pequeña brecha en el marcador, una brecha que nunca llegó a romperse, porque los árbitros desaparecieron de la cancha para permitir demasiado al equipo eslovaco y penalizar en exceso con sus descisiones al conjunto donostiarra.

Y es que el Bera Bera se vio obligado a jugar ocho minutos en inferioridad en toda la segunda mitad por culpa del diferente rasero con el que los árbitros midieron a ambos equipos. Aún así, el Bera no se rindió, lo siguió intentando, y al final, fruto de esa locura de ataques a la desesperada, el Ivuenta logró empatar el encuentro. Al Bera Bera le fañto algo de suerte para haber rozado más la remontada, pero es que sin suerte y sin árbitros es muy complicado pasar de ronda en Europa.