Peter Lim: responsable por omisión

Valencia

Estaba equivocado. Pensaba que el Valencia había tocado fondo en Gante. Habría jurado que no llegaría un partido peor. Craso error. La imagen ofrecida por el equipo ante Las Palmas y Zenit es sencillamente indecente. Una tortura. Y más aún las declaraciones de Nuno tras el encuentro en San Petersburgo. Realidad paralela, Mundos de Yupi y permanentes interpelaciones al factor Mestalla. "En casa no fallamos", proclama ufano. Como si Betis, Depor o Las Palmas hubieran empatado en el estadio de mi tía Carmen.

Un entrenador Nuno que en cualquier club estructurado desde la normalidad ya tendría el finiquito bajo el brazo. Espirito Santo sigue en el cargo por una simple cuestión de afinidad con la propiedad. Le beneficia además que el triunvirato Peter Lim-Lay Hoon-Kim Koh no domine los códigos del fútbol. Si lo hiciera, alguno de los tres interpretaría con nitidez que desastres como el de esta noche en Rusia son inadmisibles y no dejan otra solución que un cambio de rumbo en la dirección deportiva de un vestuario. 

Pero todo eso del 'Nuno vete ya' está ya muy manido. No es original y además es un poco -o un mucho- predicar en el desierto. Está comprobado que al actual entrenador del Valencia le ha venido grande una (pre)temporada Champions, espero que se entienda el matiz entre paréntesis. Una parte muy significativa del desastre actual se cocinó en un verano guerracivilesco en el que nadie se preocupó de la planificación de la plantilla. Y así nos va. 

Va siendo hora de mirar más arriba y exigir a la propiedad del club que tome decisiones. Si no saben, que pregunten. A Mendes o a quien quieran. Una consulta a alguno de los jugadores con más experiencia del vestuario no estaría de más, dicho sea de paso. Lo que está ocurriendo es muy evidente.  Eso sí, a ser posible, que no esté Nuno delante. Por aquello de la libertad de expresión. 

Cuentan en el club que Peter Lim tiene previsto venir a Valencia para presenciar -desde su palco oculto y privado- el partido contra el Barcelona. Si espera otra vez un recibimiento en plan mister Marshall se puede ir olvidando. En su ausencia, el entorno ha ido acumulando bilis, desengaños, frustraciones y comienza a abrir los ojos a una realidad deportiva muy diferente a la que se vendía hace dos veranos.

La sensación de indiferencia, de abandono, de omisión en las decisiones por parte de Meriton comienza a inquietar muy seriamente a Mestalla, que no entiende de balances de cuentas, gestifutes, lobbys ni magnates. Actúe, señor Lim. Las decisiones deportivas iban en el pack cuando se compró el club que llevamos en el corazón cientos de miles de personas.