Declarado culpable del crimen de Ricla
El veredicto de jurado popular considera probado que Antonio Losilla mató y descuartizó a su esposa y metió sus restos en bolsas que depositó en varios contenedores
Zaragoza
El jurado popular ha hallado culpable de los delitos de homicidio, falsedad cometida por particular y contra la integridad moral, los dos primeros por unanimidad, a Antonio Losilla por matar y descuartizar a su esposa, Pilar Cebrián, en Ricla en abril de 2012. El veredicto se ha emitido esta tarde y ha sido juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza. A día de hoy no se ha podido localizar el cuerpo de su esposa.
El abogado de la defensa, Javier Notivoli, ha sido el único que ha intervenido tras escuchar la lectura del jurado. Ha propuesto las penas mínimas, de 10 a 15 años por homicidio - con el agravante de parentesco-, concretamente 12 años, seis meses y un día de cárcel, por falsedad 6 meses y 6 meses de multa a 3 euros / día; y contra la integridad moral, 6 meses de prisión. El fiscal y la acusación particular pedían entre 17 y 20 años de cárcel. El magistrado, en función de este veredicto, tendrá que dictar la sentencia y fijar la pena que se le impone por estos delitos.
Notivoli ya ha adelantado que va a recurrir en el plazo de 10 días ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, porque, en opinión de la defensa, "lo único que tenemos es una confesión hecha sin información de derechos, sin juez de instrucción y sin abogado durante la práctica de un registro domiciliario, y dos gotas de sangre en la parte baja de una mesa; no hay nada más".
Satisfacción en la acusación particular. "Se ha hecho justicia para Pilar y para su familia", ha valorado la letrada Soraya Laborda. "Estamos contentos dentro de la gravedad y de la desgracia que era este tema".
El jurado ha hallado probados todos los puntos que se recogían para su deliberación. Entre ellos, que los golpes que le propinó a Pilar tenían la intención de causarle la muerte, tras una discusión entre el matrimonio cuando la mujer le indicó que quería divorciarse tras reanudar una relación de amistad de su juventud. Pilar le pidió parte de las joyas.
El jurado asimismo ha considerado probado que Antonio Losilla compró espuma de poliuretano y un desatascador para limpiar la escena del crimen y deshacerse del cuerpo. Días después, depositó los restos de su esposa en varias bolsas y esparció en contenedores y vendió el vehículo de Pilar (que no ha sido localizado) a un súbdito libio.