Claudio pide una tregua a Carranza

Cádiz

Tímidamente pidió una tregua a la grada. No lo dijo a viva voz, pero desde hace semanas el entrenador del Cádiz insinúa a los aficionados que tengan paciencia con el equipo, que lo mimen, que tengan calma. Es optimista y cree que el juego del equipo llegará y mejorará “porque lo hemos hecho antes”, dice el valenciano.

“No quiero comentar nada. Siempre he defendido a nuestra afición, siempre. Lo que tengo que decir es que estoy superorgulloso de mis jugadores. Todos han corrido y todos se han vaciado”. Decía Barragán sobre los pitos que recibió el equipo justo al terminar el equipo. “Parece que estamos por encima del bien y del mal. Nos olvidamos que el rival también juega. Tengo confianza en los chicos”, añadía.

Y es que la grada de Carranza reaccionó con pitos tras la victoria del equipo. El equipo se entrega, corre, lucha cada pelota y lo da todo en el campo, pero la parroquia amarilla demanda algo de fútbol y lo expresó tras el pitido final. Música de viento y enfado de Claudio. “Hay cosas que me duelen muchísimo, pero yo defenderé a mi equipo a muerte, a capa y espada”, decía tras el partido el entrenador del Cádiz mandando otro mensaje a la afición, pero sin gritarlo.

Y no lo grita porque no quiere guerra, por eso dispara a otro lado. “Lo que me duele es una muela”, dice Barragán cuando se le pregunta qué le duele. “Me duele el nervio, tengo mucho nervio”. Sentencia el valenciano, que sin pedirlo, reclama paciencia. Que sin decirlo pide tiempo muerto.