Denuncian acoso por parte de policías sin identificar en Vitoria
Jóvenes vinculados a la izquierda abertzale han denunciado presiones de la Ertzaintza y la Policía Nacional, seguimientos y "propuestas de colaboración"

Comparecencia pública de algunos de los jóvenes que han denunciado el acoso de la policía / Eleak

Vitoria
Intimidación en la calle por parte de policías que no se identifican, presiones de agentes de la Ertzaintza y la Policía nacional, seguimientos, escuchas telefónicas, propuestas de colaboración... Estas son algunas de las prácticas de acoso policial que han denunciado varios jóvenes en una comparecencia pública de Eleak, colectivo vinculado a la izquierda abertzale.
La denuncia de estos jóvenes ha recabado el apoyo de, entre otros, Ikasle Abertzaleak, Ernai, Bilgune Feminista, Martxoak 3, ELA, LAB, ESK, Comunidades Cristianas populares de Euskal Herria o Salhaketa.
Estos son algunos de los relatos de los denunciantes:
"Conocían historias de mi vida íntima"
"El primer encuentro se dio a mediados de septiembre, cuando salía de mi casa hacia las 16:00 y me tres hombres que parecían ser policías me abordaron solicitándome que les acompañase. Yo, totalmente acobardado y ante esta situación tan violenta accedí a acompañarles a un parque cercano a mi casa. La conversación o interrogatorio se dio en unos parámetros parecidos a conversaciones que han mantenido con otros jóvenes; la Izquierda Abertzale, Ernai, el Movimiento Popular y el Movimiento Juvenil. En este caso también, al final de la conversación comenzaron a preguntarme sobre los acontecimientos del 3 de Marzo. Al finalizar el interrogatorio, me comunicaron que seguirían en contacto conmigo. El interrogatorio se alargó alrededor de una hora y media, dando este por finalizado uno de los hombres me dijo que seguiríamos en contacto.
El segundo encuentro ocurrió el día 1 de octubre, cuando permanecía parado en un stop, a la altura de la zona universitaria con mi furgoneta, dos de los tres hombres con los que había estado anteriormente, me hicieron abrir la puerta de manera audaz, y para más asombro se introdujeron en la furgoneta. (...) Me llevaron a un bar cercano a la librería Elkar, y fue entonces cuando comenzaron con el interrogatorio. Comenzaron a interrogarme como la vez anterior pero a diferencia de la vez anterior, esta vez profundizaron más en mi vida personal y me hicieron a saber que conocían historias de mi vida íntima ( viajes realizados, como iba vestido que día, con quien había quedado otro día, reproduciéndome conversaciones que había tenido por teléfono casi textualmente…).
(...) Quedamos por tercera vez, acudí al lugar y hora indicados. Quince minutos mas tarde, apareció uno de los tres varones que me abordo la primera ocasión y me invito a dar una vuelta por el barrio de Zaramaga. Unos minutos después se incorporo otro de los varones. En ese momento, solicité que se identificasen, cosa a la que se negaron y se limitaron a decir que eran “del Gobierno Vasco” Así siguieron interrogándome mayormente sobre el 3 de Marzo, pero también me preguntaron sobre el “Gazte Bloke”, Ernai y sobre ETA.
Llegaron a hacerme una propuesta de colaboración, hablándome de un sueldo y utilizando amenazas para ello. Me dieron a sabe que podría estar detenido pero que si colaboraba con ellos pasarían de ello.
Ante esta situación asfixiante decidí interponer una denuncia el día 9 de octubre. Una vez interpuesta la denuncia, recibí ciertas llamadas de números desconocidos, pero no respondí a estas.
Puede deducirse que me hicieron escuchas telefónicas (me reprodujeron una conversación que había mantenido mediante mi teléfono móvil casi literalmente)".
"Fui a pedir ayuda a la Ertzaintza y me encontré con un interrogatorio"
"Todo comenzó cuando tuve que ponerme en contacto con la Ertzaintza debido a causas personales. En aquella conversación que mantuve con el ertzaina, aunque no venía a cuento, comenzó a preguntarme por mi militancia política. Me hizo preguntas sobre las “jóvenes”, sobre la Izquierda Abertzale, sobre Ernai y sobre el Gazte Bloke. También me pregunto si había programada alguna otra actividad en un futuro cercano. Finalmente, encauzo la conversación entorno a lo acontecido el 3 de Marzo de este año 2015.
Esta situación fue realmente violenta para mí, ya que había ido en busca de ayuda y me encontré con un interrogatorio.
"Aquello parecía más un interrogatorio ilegal que una ayuda"
"Yo había recibido una multa administrativa cuando una persona identificada como ertzaina me llamo. En aquella llamada, dicho policía se mostró dispuesto a ayudarme y concretamos una cita para ello.
Llegado el día y la hora de la cita y una vez reunidos comenzamos a hablar sobre mi vida, que era lo que estudiaba, donde vivía… Decía que hay una sección de la Ertzaintza que se dedica a este tipo de “casos absurdos”, aunque esto se me hizo raro. Después, comenzamos a hablar sobre la denuncia, y el agente me dijo que concretaríamos una cita el día del juicio.
Llegado el día del juicio me encontró con dicho policía en los juzgados, allí el policía me explico que era lo que tenía que decir en el juicio y como tenía que actuar. Después volvió a comenzar a hacerme preguntas, esta vez sobre Ikasle Abertzaleak, la universidad, y sobre la “ikasle gela”, además de esto también me pregunto sobre su militancia política.
Ante esta situación, le dije al agente que me parecía una situación muy sospechosa, explicándole que aquello parecía más un interrogatorio ilegal que una ayuda. Por lo que, le hice saber que no quería volver a quedar.
Sin embargo, pasado el juicio y estando a espera de sentencia el agente volvió a llamarme para hablar sobre la multa que tendría que pagar. Yo me negué a seguir con la conversación ya que me había parecido un tanto sospechosa, así explique al agente que cumpliría con mi obligación (pagar la multa) y di por finalizada la conversación".
"Me obligaron a salir del coche y se llevaron mi ordenador"
"Lo que narrare a continuación tiene un carácter diferente a lo vivido por los demás jóvenes que han narrado sus vivencias aquí. Disfrutaba de un ambiente festivo cuando decidí ir al coche a dormir. Estando dormido en el coche, se acercaron unas 3 patrullas de la Ertzaintza y comenzaron a golpear el coche hasta despertarme. Una vez despierto me obligaron a salir del coche y me identificaron, al parecer me identificaban por un robo de antenas de coche.
Yo explique a los agentes que no tenía nada que ver con esa acusación, pero una vez identificado, los agentes comenzaron a registrar mi coche dirigiéndose directamente a mi ordenador personal. Así, se llevaron mi ordenador personal argumentando lo siguiente: “Nos llevamos este ordenador porque es susceptible de tener información o contenido del entorno radical.”
Pasadas dos semanas de estos sucesos, me llamaron para que fuese a recoger mi ordenador. Cuando acudí a recoger el ordenador, pregunte a la policía sobre el tema de las antenas, a ver cómo había quedado, y la respuesta a esa pregunta fue “buf de eso ya nada”.
Pero, dos semanas después de escuchar “buf de eso ya nada”, recibí una imputación de “daños y robos”. Continuando con mi asombro, el día que fui a declarar la Ertzaintza explico que “no encontraban” a la mujer que aviso de los robos a la Ertzaintza.
Ante estas declaraciones y teniendo en cuenta los seguimientos anteriormente sufridos, es de considerar que esta situación responde a mi militancia política y no a una investigación iniciada por ciertos sucesos puntuales".




