En caída libre
El PSOE se hunde en Madrid y empeora los resultados de las autonómicas de mayo en las que Ángel Gabilondo amortiguó el desplome. Los socialistas pagan en las urnas sus peleas internas y su oposición poco visible en la Comunidad y en Ayuntamiento
Madrid
El resultado salido de las urnas este 20-D es claro. La izquierda madrileña ha perdido la confianza en el PSOE o lo que es lo mismo, los socialistas ya no aglutinan el sentimiento mayoritario de progreso en la región. El batacazo de mayo se ha agravado en estas Elecciones Generales y el PSOE retrocede hasta el cuarto puesto en el podium de fuerzas políticas y cede terreno frente a Podemos en municipios en los que está gobernando. Solo Manuel Robles se mantiene firme en el 'Cinturón Rojo' del sur y de nuevo Fuenlabrada, se muestra como el bastión socialista más fiel, conservando la distinción de fuerza más votada.
"Se veía venir" aseguran algunas voces socialistas críticas con el camino "hacia ninguna parte" iniciado hace ya tiempo. Es cierto que los sucesivos cambios de nombre y siglas (De FSM a PSM y ahora el nuevo PSOE-M) han sido meras operaciones de maquillaje que no han resuelto los serios problemas internos que acompañan a los socialistas madrileños desde los tiempos de los tiempos. La lista elaborada por Pedro Sánchez, repleta de nombres ajenos a la política madrileña, ha puesto el resto y ha terminado por colmar la paciencia de los militantes.
Sería injusto culpar a unos u otros con nombre y apellidos. Fulminar a Tomás Gómez de un 'plumazo' o cambiar al portavoz en el Ayuntamiento no ha sido la solución a los problemas cuando se observa la realidad a medio plazo. Las destituciones por decreto, una oposición poco visible (y nada trabajada) y la falta de una estructura sólida con una línea bien definida, ha traído al PSOE-M hasta aquí. Su momento más crítico, con una pérdida progresiva de la confianza del electorado, que opta por otras siglas emergentes ajenas -de momento- al espectáculo dantesco que ha ofrecido el socialismo madrileño durante todos estos años. La solución de los conflictos internos y el cierre de heridas pasadas no será tarea fácil y estos resultados agitarán de nuevo el avispero, a pocos meses además de que se celebre el congreso regional.
Los socialistas deberían retomar su papel de fuerza alternativa en los debates de la Asamblea. Dar visibilidad al trabajo de sus diputados (algunos casi desaparecidos en estos primeros meses de legisltura) y aprovechar mejor el perfil contenido y pausado de Gabilondo. En el Ayuntamiento, el grupo municipal (en realidad fue Ferraz quien dijo no en su día) debe decidir ya si entra o no en el gobierno de Manuela Carmena. El apoyo de investidura otorgado a la alcaldesa no ha servido para frenar el desplome de mayo y la acción del socio ha quedado relegada a una esfera tan oscura que resulta irrelevante fuera de los muros del Palacio de Cibeles.
Javier Casal
Presento el informativo Hora 14 en la SER. Durante 11 años estuve al frente de la actualidad de Madrid...