El día después

Palma de Mallorca

Tenía razón el dirigente del PP balear que aventuró el batacazo de su partido el 20-D con aquel "Mos fotrem una hostia, Pedro" que les contaba hace unos dias. Ha perdido 77 mil votos y 20 puntos de porcentaje de apoyos respecto a 2011. Nunca se habia quedado por debajo del 30%...nunca habia obtenido menos de 150 mil votos y siempre había conseguido al menos 4 diputados. Son los peores resultados de su historia, por mucho que a Isern le ponga recuperar votos respecto a Bauzá, que para eso son enemigos íntimos. Y lo de recuperar es relativo, que poco tienen que ver las autonómicas con las nacionales. La mini-tregua entre renovadores y críticos se ha acabado y comienza la carrera hacia la silla vacante de Bauzá al frente del partido. Y ojo, que no será una carrera limpia. Y a todo esto, Ciudadanos pescando votantes en río revuelto.

EL PSIB cede la segunda plaza a Podemos y sigue diluyéndose: nunca había bajado del veinte por ciento del electorado... ni de los cien mil votos ni tampoco de los tres diputados. Salva los muebles en comparación con Valencia, Catalunya o Madrid, pero desde el tercer cajón del podio sigue perdiendo relevancia mientras mantiene la esperanza de que vuelvan sus votantes huidos una vez se hayan decepcionado tambien con otras opciones.

A Podemos le ha funcionado su fórmula de añadir el derecho a decidir a su interés preferente por los temas sociales. Bueno, y lo de evitar el desgaste de gobernar. En cualquier caso, ha sabido atraer no solo a votantes de izquierda sino también a votantes de Més poco convencidos de la utilidad de un solo diputado en Madrid.

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Més ha tomado nota. Ahora ya sabe que el "Madrid nos roba" no puede ser el único argumento de campaña en unas generales. La confluencia con Podemos vuelve a estar sobre la mesa. Con el permiso de los más soberanistas.