Sociedad
CARTAGENA

"Nos dijeron que mi padre se podía morir de un momento a otro"

Las hijas de un enfermo de malaria califican de "denigrante" el trato recibido por su padre, que venía diagnosticado de Guinea Ecuatorial y lo "tuvieron doce horas en el Rosell antes de ingresarlo en el Santa Lucía", donde actualmente está en la UCI. La consejería asegura que 12 horas de espera está en lo normal para obtener los resultados de las pruebas

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Murcia

Eli, la hija de este vecino de Cartagena, al que le diagnosticaron malaria mientras trabajaba en Guinea Ecuatorial, ha explicado a la SER que una vez aquí acudieron al Rosell, donde según la familia, le dieron un "trato denigrante".

Este afectado por paludismo llegó a las ocho de la mañana y hasta las nueve de la noche no le ingresaron en el Santa Lucía. En la actualidad está en la UCI de este hospital donde recibe tratamiento y donde nada más llegar, señala Eli, les dijeron que "igual que igual que estaba bien, se podía morir de un momento a otro", porque "tenía una malaria en el nivel más alto"

Las hijas denuncian que en el Rosell no le dieron importancia al caso de su padre, donde estuvo doce horas, "estaba en una cama, aislado, con otras personas, pero no tenía ningún trato especial para la enfermedad que tenía".

La familia va a llevar el caso a la justicia, porque dice Eli, "la cosa no puede quedar así".

Desde la Consejería de Sanidad señalan que no hay un protocolo específico para la malaria, (sólo para el ébola) y que aunque el afectado venga diagnosticado de otro país, una vez aquí hay que hacerle las pruebas pertinentes, para descartar que no padece otras infecciones. Desde la consejería también señalan que entre 12 y 24 horas es el tiempo estimado para que se recopilen los datos de todas las pruebas que hay que hacer en estas situaciones.

En la Región, según Sanidad, se dan entre 50 y 100 casos de malaria al año.

 
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