Francina lo tenía más difícil que Sánchez
El año acaba como empezó, sin Gobierno. La política nacional está tan desquiciada que es noticia que el PSOE apoye a su secretario general, como ha ocurrido en Balears. Francina Armengol se arroja al cuello de Pedro Sánchez para abrazarlo y no para degollarlo, a diferencia de Susana Díaz y otros ilustres socialistas del PP.

'LA LÍNEA ROJA DE MATÍAS VALLÉS' (31/12/15)
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Palma de Mallorca
Buenos días. El año acaba como empezó, sin Gobierno. La política nacional está tan desquiciada que es noticia que el PSOE apoye a su secretario general, como ha ocurrido en Balears. Francina Armengol se arroja al cuello de Pedro Sánchez para abrazarlo y no para degollarlo, a diferencia de Susana Díaz y otros ilustres socialistas del PP.
No quiero aturdir con números a oyentes semidespiertos, pero el PSOE de Armengol obtuvo en mayo en el Parlament el mismo resultado que el PSOE de Sánchez en el Congreso, incluso un poco menor. En cuanto al PP, obtuvo idéntico balance en Balears que ahora en Madrid. ¿Quién ha acabado en el Consolat?, ¿alguien se planteó en serio las opciones de Bauzá, salvo el mismo Bauzá?, ¿puede el PP plantear una moción de censura en condiciones en el Parlament? No respondan hasta después de tomarse un café cargado.
Francina lo tenía más difícil que Sánchez. Tal vez el PSOE debería curarse su obsesión con Susana Díaz –esa Maria Antònia Munar o Esperanza Aguirre socialista– y fijarse más en Armengol, que ha acuñado la frase genial y obvia de que Sánchez debe negociar sin cadenas. Liberad a Pedro, aunque Armengol podría haber contribuido a la campaña socialista con candidatos baleares de una mínima talla.
Aplaudir a un político es la fórmula más segura de equivocarse a dos manos. Maticemos pues que Armengol se comporta igual que Susana Díaz en asuntos de Balears, y solo adquiere la clarividencia cuando habla de España. Siempre nos toca la peor parte.




