Los verdaderos pajes reales

Madrid

Nació en 2009. Entonces llevaron juguetes a 17 niños. Seis años después ya son mil los pequeños que el día de Reyes reciben regalos de 'Ningún niño sin sonrisa'. Una asociación que no recibe ninguna subvención y que se apoya en los voluntarios que cada Navidad reciben como ayudantes de los Reyes Magos.

La maquinaria la ponen en marcha mucho antes de estas fiestas. Mónica, Maribel, Roberto y los pocos socios que mantienen viva la asociación comienzan a recopilar los juguetes de segunda mano que les donan las familias, los excedentes y donaciones de grandes y pequeñas jugueteras, papel para empaquetar, bolígrafos y un largo etcétera. Cualquier donación les vale para hacer realidad el sueño de los más pequeños. Ayudan a las familias más necesitadas de Madrid. El único requisito que les piden es acreditar la situación desfavorecida, a través de un informe de los servicios sociales o de Cáritas.

En sus ratos libres y en una Navidad sin un minuto para ellos mismos, estos voluntarios se leen todas las cartas de los niños y es entonces cuando comienza a rodar la maquinaria. "La mayoría piden tablets, Play Station y cosas muy caras que directamente se descartan pero hay otras cartas muy impactantes, como la de un niño de 4 años que este año ha pedido batidos para el recreo, zumos para su hermano y un trabajo para su madre", explica una de las voluntarias.

Maribel se encarga de las muñecas que han llegado a la asociación: "Les lavo el pelo, les quito los nudos, lavo la ropa. Desde octubre empiezo a prepararlas y hoy he traido cinco cajas llenas con más de cien barbies". Otros dos voluntarios revisan todos los libros: "Intentamos que todos los niños tengan uno o dos cuentos entre sus regalos". Y hay algunos pequeños que también se han vestido de pajes para revisar uno a uno los juguetes para comprobar que no tienen desperfectos y que no faltan piezas para después empaquetarlos.

Cada uno de los mil niños que se han puesto en contacto con esta asociación recibirá el día 6 un paquete con cinco regalos. Mónica, el alma de 'Ningún niño sin sorisa', nos dice que las sonrisas de los niños son lo más gratificante aunque "las lágrimas de los padres hacen que todo el esfuerzo valga la pena".