Cambio de propiedad tras un año de Claassen

Palma de Mallorca

Desembarca la nueva propiedad del Mallorca encabezada por el norteamericano Robert Sarver, el dueño de los Phoenix Suns, que lleva meses queriendo comprar un club de fútbol. Lo intentó con el Glasgow Rangers y no pudo, tampoco con el Española, el Getafe ni el Levante... Sarver, multimillonario de la banca, quiere un equipo en España y así se lo hizo saber a Javier Tebas, que es el que le ha buscado acomodo y el que le pone en contacto con Utz Claassen. Sarver y su equipo, entre los que está la estrella de la NBA, Steve Nash, tiene que haber suscrito antes de las 3 de la tarde las nuevas acciones emitidas en la ampliación de capital, más de 550 mil, y depositar los 20´6 millones de euros para pasar a dominar el 77´4 por ciento del Mallorca. Claassen, que le ha cedido los derechos preferentes para poder suscribir las acciones, se queda con las suyas pero pasa del 98 al 22 por ciento.

Del proyecto de Sarver poco o casi nada se sabe. Como poco o casi nada se ha sabido de la operación por el momento. De hecho, a esta hora ni se sabe si se han suscrito, porque en eso, el Mallorca es una tumba.

Lo que está claro es que la etapa de Claassen como máximo accionista toca a su fin. Y ha durado menos de un año. Mañana se cumplirá justo un año desde que compró las acciones a Serra Ferrer y un año después deja de ser el mayoritario. Siempre ha dicho que llegaba para quedarse mucho tiempo pero lo que ha sido poco tiempo es el dueño del club. Claassen siempre criticó la oscuridad y falta de transparecia cuando mandaba Serra Ferrer y Cerdà y la realidad es que con él ha ido a más. A nivel deportivo, el equipo está como estaba. Y a nivel institucional, lo único es que no hay guerras, y no las hay porque él era el único dueño y ya no había la guerra sucia de antes, en la que él mismo colaboraba. Ahora bien, su proyecto de largo plazo como máximo accionista se queda en un año. Y en este plazo ha cerrado las puertas de la Junta a todos los accionistas minoritarios y ninguno de ellos tiene información de nada de lo que sucede. Uno, porque no se la dan, y dos, porque no pueden ir a buscarla ya que les cierran las puertas, algo incomprensible en una empresa y, más en un club de fútbol, pero es legal una vez que son Sociedades Anónimas Deportivas.

Quizá, la mejor decisión de Claassen, o eso esperamos, sea la de hoy: ceder el club a nuevos inversores. Ahora veremos si por fin se consigue el que el Mallorca, un club de fútbol, por fin funcione a nivel deportivo, que es lo que todos esperamos...