"No seas petardo"

Firma Pilar García ' No seas petardo'
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Feliz Año Nuevo a todos, espero que 2016 sea mucho mejor y que se cumplan todos vuestros sueños, hemos comenzado este año con ganas, ilusión y esperanza y por fin, hemos dejado atrás un largo y amargo 2015.
Este año, los niños y no tan niños, se han cebado con los petardos, cohetes, tracas y bombas, que han convertido unos días de paz y tranquilidad en un horror para mucha gente mayor, para bebés y niños pequeños, enfermos, discapacitados o personas sensibles y también para nuestras mascotas.
Cada vez son más ruidosos, más grandes y más gordos, y nadie ha pensado en las consecuencias de las ventas incontroladas de estos trastos, que se pueden comprar en cualquier lugar y con cualquier edad.
Aunque no estamos ni en guerra ni en fallas, Algeciras se convirtió en Valencia, o peor, la noche del 31 al 1 después de las uvas, pasé con el coche por la Bajadilla que parecía Sarajevo, luego por San Bernabé que parecía Irak, había adolescentes tirando cohetes sin mirar que había personas circulando, incluso uno de ellos, alcanzó a un coche que estaba aparcado en esa zona. Los coches de la policía pasaban de largo sin llamar la atención a los gamberros que lo hacían.
En mi plazoleta las pandillas tiraban los petardos y cohetes bajo las ventanas de los vecinos. Una señora mayor se asomó para llamar la atención a ese grupito salvaje, y no solo se rieron en su cara, también se cebaron bajo su ventana. El señor mayor que vive sobre mi casa, se pasó toda la noche quejándose sin poder dormir, como mucha gente enferma.
Hay animales con quemaduras, con ataques de pánico y temblores todavía, incluso en el peor de los casos, murieron por el susto provocado por esa gente petarda que cree que divertirse, significa fastidiar a los demás con sus ruidosos juguetitos. Es injusto que hayan muerto por el infarto que les ha causado el estruendo de los petardos, muchos animales huyeron de sus casas, presas del pánico y sufriendo accidentes al buscar un lugar para esconderse, y hay mucha gente buscándolos desde ese día. Mi gata se pasó la noche escondida bajo un sillón asustada y aún se sobresalta con cualquier pequeño ruido casero.
Yo misma tengo un problema en un oído desde hace unos años, tiraron un petardazo en una manifestación y me provoca un silbido permanente que no me deja ni dormir. Estos días se me ha agravado y los escucho mucho más fuerte aún. Pero esto no es nada, comparado con lo que han sufrido gente que me ha comentado los sobresaltos de sus bebés despertándose llorando, del susto que pasó la nieta de unos amigos, o de las personas mayores o enfermas soportando los cohetitos.
Esto no es tradición, es inhumano, y hay muchas Organizaciones, Asociaciones, Protectoras y personas que piden que este horror se regule y están recogiéndose firmas en las redes sociales, los niños no pueden manejar estos peligrosos artilugios incluso para ellos mismos, debería de existir una ley u ordenanza que prohíba su uso en determinadas zonas, o incluso, prohibirlo totalmente y creo que esto es competencia del Ayuntamiento.
No somos una sociedad salvaje ni por suerte vivimos en zona de guerra aunque lo parezca, y alguien dijo que una sociedad civilizada se reconoce por cómo trata a sus mayores, a sus enfermos y a sus mascotas, yo creo que para divertirse, no hace falta que sea a costa del dolor ajeno, sin tener en cuenta el sufrimiento que causa su diversión.
Hagamos posible entre todos y por el bien de todos, que esto se solucione de una vez.




