Tiempos revueltos
El ex alcalde de Almagro y ex diputado del Partido Popular, Luís Maldonado, analiza la situación política actual.

Almagro
No podemos negar que vivimos tiempos nuevos y algo confusos. La realidad política española surgida de las urnas el pasado 20 de diciembre abre un panorama hasta ahora desconocido, tanto que por primera vez en nuestra democracia el Presidente del Congreso de los Diputados no será del partido más votado. Y en cuanto al próximo Gobierno que deba dirigir la vida pública es, a estas horas, una incógnita. Muchas veces nuestros políticos han apelado a ejemplos europeos cuando han querido justificar una decisión o una determinada medida y yo me pregunto ¿Porque no se mira ahora a Europa, la Europa de los grandes pactos de Estado en los que los intereses partidistas quedan aparcados?
El ciudadano de la calle no termina de entender las luchas que se dan en los despachos por alcanzar el poder. Cuando las urnas hablan no hay más que obedecer su mandato puesto que es la Soberanía Nacional la que ha hablado. Y no me valen las aritméticas y las cábalas de laboratorio. Como tampoco entiendo a los que aspiran a derribar al que está en el Gobierno y nada más: ni más propuestas ni más interés general, solo derrotar al adversario.
Vivimos tiempos nuevos, pero tan viejos como la propia Historia: quítate tú para ponerme yo. No, no y mil veces no. Todo aquel que no piense en España, en la Nación y su bienestar, todo el que no aspire únicamente en mejorar la vida de los ciudadanos que se quite de en medio. Ni estamos para revoluciones ni para colocar a los dirigentes de los partidos: estamos para servir al pueblo, pero de verdad, sin demagogias. Todo lo demás, y más en estos tiempos, está de sobra.
Espero con curiosidad y preocupación lo que suceda en las próximas fechas en la Carrera de San Jerónimo porque no me gustaría tener que recitar los versos de Quevedo, aquellos que dicen “Mire los muros de la Patria mía/ si un tiempo fuertes ya desmoronados/ de la carrera de la edad cansados/ por quien caduca ya su valentía”.




