Las lágrimas de Patxi López en Mallorca
Pedía perdón a Mallorca por la exportación a la isla de una tragedia surgida del País Vasco que gobernaba. Llegó a las lágrimas no fingidas. No parecía un político más. Tampoco Arantza Quiroga, la presidenta del Parlamento vasco que le acompañaba

'La línea roja' de Matías Vallés (14/01/16)
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Palma de Mallorca
La imagen del momento muestra a Patxi López ascendido a la cima del Congreso. Por fuerza nos lo devuelve encaramado al banco de la fachada del ayuntamiento de Palma, el último día de julio de 2009.
Se olvida a menudo que ETA ejecutó su último atentado con víctimas en Palmanova. La banda asesinó seis años atra´s a dos guardias civiles. El entonces lehendakari socialista interrumpió sus vacaciones para desplazarse de inmediato a Mallorca, donde transmitió una química especial.
Un Patxi López compungido utilizaba los términos de rigor, "no cederemos al chantaje del terror". Sin embargo, introducía un factor humano. Se le veía dolorosamente avergonzado, ante periodistas y ciudadanos. Pedía perdón a Mallorca por la exportación a la isla de una tragedia surgida del País Vasco que gobernaba. Llegó a las lágrimas no fingidas. No parecía un político más. Tampoco Arantza Quiroga, la presidenta del Parlamento vasco que le acompañaba.
Es un buen momento para recordar que nunca se resolvió el asesinato de Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada. En cuanto a Patxi López, necesitará grandes dosis de la humanidad que desbordó en Balears, y ni aun así batirá la marca de permanencia en la presidencia del Congreso de un mallorquín ilustre, Félix Pons Irazazábal.




