Las renovables, tranquilas ante el revés del Constitucional
El presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), José Miguel Villarig, considera que la reforma es más amplia que un real decreto. Desde hace años, las empresas del sector critican al Estado por "cortoplacista"

Parque solar en la comarca de Cinco Villas / Esther Orera

Zaragoza
Tranquilidad y confianza en el Tribunal Supremo de las empresas de energías renovables. Después de la sentencia del Constitucional que da la razón al gobierno en su recorte de ayudas a este sector, confían en que el Supremo pueda dar la razón en el fondo del asunto.
El Constitucional le ha dado la razón al Ministerio de Industria, pero según las empresas de renovables, esta sentencia se centra en un momento puntual y urgente, por lo que, a pesar de ser una mala noticia, prefieren esperar a que el Supremo se pronuncie sobre el largo plazo. José Miguel Villarig, presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), recalca de que "no es una buena noticia" y "creemos que la reforma es más amplia que un real decreto - ley, que aparte de él, ha habido una orden ministerial y diversos reales decretos".
El déficit tarifario, motivo clave para esta medida estatal, se recortó en 2015 y está previsto reducirlo también en 2016, actualmente establecido en unos 25.000 millones de euros. Hace años que las empresas critican al Estado por "cortoplacista" y le responsabilizan del déficit tarifario, que condiciona la política energética. Piden racionalidad al gobierno para que desaparezca la improvisación.
En los últimos años, las empresas han tenido que desaparecer, otras han logrado refinanciarse en malas condiciones y en el sector tienen claro que se ha legislado sin visión de futuro. Villarig considera que los planteamientos a corto plazo "están llamados al fracaso". Durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "tuvimos 27 cambios regulatorios" y, ahora, "este gobierno lleva entre 10 y 12". Por eso, "no se da certeza a los desarrollos de futuro".
Incluso hablan de demagogia cuando se argumentan las inversiones extranjeras que actualmente están desembarcando en España porque, en realidad, son "fondos buitre" los que "están invirtiendo en muchas empresas que no han podido aguantar este fuerte ajuste", lo que supone "una ruina".




