Competitividad y adolescentes

Córdoba
Queda mucho para que el respeto hacia el otro y la aceptación formen parte de nosotros. ¿Cómo podemos extrañarnos de que adolescentes y menores no encuentren escrúpulos e incluso disfruten en hacer daño y mofarse de los demás?
Desde que abren los ojos por la mañana todo lo que respiran y transpiran es competencia, competitividad. El todo vale si es para hacerse notar. Los programas de televisión, las series, las letras de sus canciones, los comentarios de la gente, todo está impregnado de agresividad en la que se quedan atrapados. No se hacen preguntas, ni siquiera saben que pueden hacerlas. Solos caminan como zombis por este campo que abonamos con estiércol.
Le hemos dado todo el poder a nuestra mente, ese gran monstruo insaciable del que cada día somos más esclavos. Que nos adentra en una pesadilla de la que creemos no poder salir porque nuestros buenos sentimientos parecen haber sido desterrados y en su lugar solo hay crueldad, en el mejor de los casos, una soledad sombría.
Solo aquellas personas que se hacen preguntas, aun sin respuesta, que pueden salir de las garras del monstruo, porque nada temen perder, solo ellas pueden mostrarnos una manera nueva de caminar.




