Pactar es también innovar

Atravesamos una situación después de las elecciones en la que casi todas las interpretaciones de los resultados pueden ser verosímiles con relación a la realidad, pero haré yo también la mía. Creo que hay un mensaje claro para el PP por parte del electorado y es que quizá sea el partido que no quieren que gobierne. Y diré por qué: de una mayoría absoluta los resultados que ha obtenido es un gran voto de castigo, lo que abre posibilidades lógicas y razonables legítimas y nuevas para los españoles, que no solo tendremos que exigir respeto y diálogo a los políticos sino también entre nosotros, a otro tipo de formaciones y de coaliciones de gobierno a las que no estamos acostumbrados.

Ojalá que esta idea de la que a veces alardeamos: los ciudadanos quieren pactos –parece que lo quieren por encima del 60%- ojalá esta idea sea entendida con todos los riesgos y novedades y seamos capaces de asumir las novedades y las valentías a las que van a obligar a las formaciones políticas y a los líderes políticos. Y sobre todo, ojala ningún partido político esté jugando en este momento al ventajismo en sus tácticas y en sus propuestas y a que tenga que ver nuevas elecciones. Eso sí que no sería un buen balance de la madurez de la democracia española.