Dos empresas públicas en la picota

Alicante

Dos empresas públicas en la picota. Las mordidas en Acuamed y los sobrecostes en CIEGSA de hasta 1.000 millones de euros -lo han oído bien, 1.000 millones de euros- sirven para abrir el debate sobre la necesidad o la pertinencia de este tipo de sociedades para llevar a cabo determinadas tareas competencia de las administraciones.

Se entiende que con su puesta en marcha -si nos referimos a las empresas mencionadas- se buscaba la eficiencia.

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Lo que ocurre es que a posteriori, la primera premisa, o sea el control de la eficiencia, es nulo y, por tanto, no se cumplen los objetivos o determinados directivos con supuesto afán de lucro lo tenían más fácil para incrementar artificialmente las contratas.

Lamentablemente, ni Acuamed ni CIEGSA son las primeras empresas públicas en las que se producen irregularidades o se convierten en pozos sin fondo y lo peor es que seguramente tampoco serán las últimas.

Y lo que todavía duele más es ver cómo durante estos años de crisis, las administraciones eran impasibles con los ciudadanos -y en especial, con los más vulnerables- y sin embargo eran tan laxos, tan relajados, tan comprensivos, e incluso tan consentidores, por ejemplo, con los colegas que dirigían CIEGSA.