Naufragio en el Molinón

San Sebastián

La Real vivió una de sus noches más amarga y aciaga de sus últimas temporadas, en el Molinón, feudo de grato recuerdo donde el club txuri urdiñ toco el cielo en 1981, con su primer titulo de liga. Paradójicamente, 34 años después, el equipo txuri urdin ofreció una bochornosa imagen, en el peor partido de la actual temporada y en la peor versión desde la llegada de Eusebio al banquillo txuri urdiñ.

 La Real resucitó al Sporting de Gijón, tras su mala dinámica de resultados , para caer con contundencia, justicia y total merecimiento, víctima de sus propios errores e imperdonables concesiones de la defensa y porteria donostiarra, con una Gero Rulli muy desacertado. Soprende el gran retroceso del rendimiento y buen juego del equipo en los anteriores partidos que no consigue plasmarlo con buenos resultados.

Eusebio puso en liza un once titular con tres novedades, Zaldua, Héctor Hernández e Illarramendi en detrimento de los lesionados Carlos Martínez y Yuri Berchiche, y Rubén Pardo, que ocupa plaza en el banquillo. Joseba Zaldua regresaba al equipo titular tres meses después de su último partido como titular jugado en Anoeta ante el Celta de Vigo. Héctor Hernández actuó, por primera vez, como titular en su puesto natural, el lateral izquierdo relegando al banquillo a De la Bella. Asier Illarramendi recuperaba la titularidad tras su esquince de tobillo que le apartó del once inicial en los dos últimos encuentros ante el Valencia y Deportivo de la Coruña.

Aberlardo tambien modificó su once de gala, con la presencia de Rachid, Sanabria y Carmona por Alex Menéndez, Guerro y Nacho Cases para intentar revertir la mala dinamica de cinco derrotas consecutivas. Abelardo confirmó la suplendia del joven delantero croata Halilovic que no atraviesa un buen momento de forma.

La primera parte fue una locura, extraña y ante una irreconocible Real. El conjunto donostiarra cometió tres errores en la zaga blanquiazul que lo pagó muy caro con tres goles en contra. El primero, a los quince segundos, obra de Carmona, tras un centro de Jony que falló estrepistosamente Rulli en el blocaje del balón. El centrocampista balear únicamente tuvo quye empujar el balón al bondo de las mallas. El segundo mazazo, a los ocho minutos, con otro centro de Jony desde la banda izquierda, que se anticipa de cabeza Carmona a Héctor, para rematar a bocajarro con la testa el camerunés Dani Ndi.

Increíble, la salida apática del equipo donostiarra, despitada, sin concentración y tremendamente vulnerable. Sólo Vela, muy activo y participativo, fue el jugador realista que quiso liderar la reacción. El delantero mexicano acortó distancias con un espléndido zurdazo dentro dentro del área asturiana para batir a Cuéllar. Tercer gol de Vela, tres meses después, de su doblete en en el Ciutat de Valencia en la goleada ante el Levante (0-4). En la jugada anterior, Aritz Elustondo remató a bocajarro de cabeza salvando Cuellar y golpeándose el beasaindarra con el poste de la porteria rival.

Y el tercer regalo, en el minuto 43, obra del delantero paraguayo Tonny Sanabria que recorta a Rulli y envía el balón a la red, tras haber sorteado a Iñigo Martinez y Aritz Elustondo, en otra desafortunada jugada.

En la segunda parte, la Real quiso volver a entrar en el partido, para ir hacia la remontada que se mostró esquiva, con otra zarpazo, el cuarto gol de los sportinguistas, obra de Sanabria tras cumlinar una buena jugada de contraatque y aprovechar otro rechace dentro del a´rea realista. Ahí murió el partido, con una Real desbordada por la ambición y el ímpetu de su rival, directo, por la permanencia. El delantero paraguayo tuvo el honor de completar la goleada con su tercer tanto personal, su hat-trick, en la recta final del partido bajo la fiesta y alegria de los aficionados rojiblancos.

No será fácil de olvidar esta dolorosa derrota que mete de leno a los donostiarras en la lucha por el descenso. Un fantasma que no termina de alejarse en esta irregular temporada.