Tradición, vanguardia y Rocío Márquez
Crónica de una "velada con valentía" en el Teatro Circo
Murcia
Puedes encontrar más en alaireyacompás
El flamenco tiene mil caras. Unas opacas y aferradas a la tradición, otras abiertas y osadas, libres. Así, con decenas de matices, se vivió el flamenco de Rocío Márquez en el Teatro Circo Murcia, una velada con valentía y enjundia en la que tradición y vanguardia estremecieron a esa selecta minoría que escogió vivir y sentir el viernes por la noche el viaje de la onubense por los campos marcheneros.
Colombiana y rosa abrieron el recital de presentación de El Niño, nuevo trabajo de la cantaora, en el que Rocío Márquez recuerda, deconstruye y actualiza la obra del mítico cantaor Pepe Marchena. Continuó por cantes de ida y vuelta con guajira y tangos de Granada al abrigo de la flamenquísima guitarra de Miguel Ángel Cortés, con esa voz melismática que te seduce y encadena a ella.
Tras varios lances por petenera y romance en los que volvió a demostrar su vasto conocimiento y gusto al cante, se acordó Rocío Márquez del flamencólogo murciano Paco Paredes, de La Unión y de esta tierra a la que está muy unida y a la que dedicó Los astros porque se mueven por levantica y trovo para cerrar con milonga, El año del cometa, esta primera parte más secular del espectáculo.
Vanguardia y fuerza, potencia y ruptura llegaron de la mano de la voz histriónica de Niño de Elche, la guitarra eléctrica de Raúl Cantizano y la batería de Antonio Montiel que, junto a la cantaora, dieron la vuelta al coliseo murciano: por saeta con Las cumbres se estremecieron y la canción colonial Los esclavos. “Nos vamos haciendo, nos vamos probando, nos vamos buscando” confesó al público Rocío Márquez tras esta escisión con el cante antiguo, puro.
Volvió a parar la noche la onubense junto a Miguel Ángel Cortés recorriendo sendas más ortodoxas para cerrar su actuación por soleá por bulerías, actuación que el público murciano consiguió alargar con su cerrada ovación a Rocío Márquez y su grupo. Me embrujaste fue su última estación en el Teatro Circo. Sí, nos embrujaste Rocío.