El Sporting se venga ante la Real

Gijón

¿Cuál es la mejor forma de desquitarse de un 5-1 en contra? Pues conseguir un 5-1 a favor en la siguiente jornada. El Sporting se lo aplicó y lo consiguió incluso con holgura. La Real Sociedad, un equipo incomprensiblemente flojo a pesar de su plantilla y presupuesto, fue una víctima propicia para que el Sporting lograra el triunfo más holgado de la temporada en un momento clave. Haber ganado, y haberlo hecho de esta forma, refuerza enormemente al equipo gijonés, que rompe una racha de cuatro derrotas consecutivas y sale, al menos temporalmente, de los puestos de descenso.

Las oportunidades están para aprovecharlas. Y el Sporting lo hizo. Se puso por delante en el marcador en la primera jugada del partido. El único jugador de la Real Sociedad que tocó el balón antes del primer gol fue el portero Rulli, principal responsable del tanto.

El Sporting sacó de centro, atacó por la banda izquierda, centró y el guardameta visitante no acertó a blocar ese balón, que quedó muerto a los pies de Carmona. El balear sólo tuvo que empujarla para pasar a la historia como el autor del gol más tempranero de la historia del Sporting y el más rápido que se ha marcado esta temporada en Primera.

La exhibición siguió.  Antes del minuto 10 el Sporting ya había marcado el segundo. Fue un nuevo centro de Jony, esta vez por alto, que tocó con la cabeza Carmona sobre la llegada de Ndi, que también de cabeza y ante la pasividad de defensa y portero rival, marcó el segundo.

Con clara ventaja en el marcador el Sporting dio un paso atrás y la Real Sociedad comenzó a dominar el esférico y entrar especialmente por la banda derecha en la que Jony e Isma López pasaban apuros defensivos.

Aun así, Sanabria no supo aprovechar un balón en profundidad que le dejó en banda un uno contra uno con el portero y dio tiempo a que Illarramendi llegase para mandar a córner.

No todo podía ser coser y cantar. El partido tuvo un momento de tensión. Primero cuando la Real Sociedad reclamó penalti en un forcejeo entre Carlos Vela y Jorge Meré en el que cayeron los dos jugadores, aunque el central tapó de forma muy eficiente al delantero mexicano. Y sobre todo cuando, precisamente Vela, acortó distancias con un gol polémico, porque sobre la línea de gol estaba tumbado, malherido, su compañero Elustondo. 

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Pero el Sporting reaccionó. Retomó el mando de las operaciones y apareció un futbolista que, cuando aparece, resulta letal. Toni Sanabria anotó su segundo triplete de la temporada, e incluso pudo lograr algún tanto más. Al filo del descanso, el paraguayo acertó en otro mano a mano frente a Rulli, tras un error en el despeje de los dos centrales.

El propio Sanabria pudo haber sentenciado el partido en el primero minuto de la segunda parte, tras una internada de Ndi con centro de Jony, que el paraguayo no supo rematar cuando se encontraba solo y a puerta vacía.

Pero el pichichi rojiblanco enmendó su error marcando el cuarto tras un flojo pero colocado disparo de Carmona, que Rulli solo acertó a tocar dejando el balón sólo a pies del paraguayo, que no tuvo más que empujarlo.

La Real trató de arreglar el resultado pero sin apenas opciones más que algún lanzamiento lejano sin problemas para Cuéllar mientras que Abelardo comenzó con los cambios para dar descanso a hombres como Sergio Álvarez o Jony estaban ya agotados.

Convertido en el protagonista absoluto, Sanabria logró el quinto y definitivo gol  a falta de 9 minutos para el final, tras un gran pase de Halilovic, al que el delantero rojiblanco respondió con un gran chut cruzado ante el que nada pudo hacer Rulli.

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En El Molinón la fiesta fue total. Hacía falta ganar, pero nadie esperaba que fuera de una forma tan cómoda y abultada. Ganar abultadamente o por la mínima se premia igual, pero hacerlo como lo hizo el Sporting ante la Real (ahora rival absolutamente directo) refuerza al equipo y vuelve a dejar claro que los gijoneses, a buen nivel, pueden competir con cualquiera. Si encima hay un punto de fortuna, se puede hasta ganar fácil.