Ocio y cultura

José María Basualdo, el ciclista alavés que hizo historia en 1970

En nuestra sección de fotos antiguas recordamos la historia de José María Basualdo, subcampeón del Mundo de Ciclocross: un gran campeón, la medalla desaparecida y un museo desconocido de Amurrio

José María Basualdo en una prueba del Campeonato de España celebrado en Durango / TVE

Vitoria

José María Basualdo nació el 18 de noviembre de 1948 en Vitoria-Gasteiz, a donde se trasladó su madre para dar a luz, pero realmente él es de Luyando (Alava), donde vivía y vive su familia. Es uno de los pocos ciclistas alaveses que ha conseguido tocar la gloría de los privilegiados que consiguen un triunfo resonante. Tanto en su etapa como aficionado como de profesional siempre perteneció a la misma escuadra, la S.D. Kas, entidad que tenía su sede en nuestra capital y que era patrocinada por la fábrica de refrescos del mismo nombre, perteneciente a la familia vitoriana de los Knörr.

Toda su vida deportiva estuvo dedicada casi en exclusiva al ciclocross, donde comenzó en el año 1968 con veinte años. Solamente en 1970 probó y con éxito su participación en pruebas en carretera como aficionado, ganando cinco de ellas: G.P. Durana (Álava), Altsasu (Navarra), Legazpia (Gipuzkoa), subida al puerto de Ibardin (Navarra) y el circuito de Barcelona, que constaba de cuatro etapas.

En 1970 se disputó el campeonato nacional de ciclocross en Pontevedra, celebrándose la prueba el domingo anterior a disputarse el campeonato del mundo en Bélgica. Basualdo consiguió ganarlo en la categoría de aficionados, por lo que fue incluido en la selección que disputaría el campeonato mundial citado. El grupo de corredores seleccionado, tras la disputa del campeonato de España, viajó al día siguiente lunes en bus desde la ciudad gallega hasta Tolosa. El martes por el mismo medio de transporte iniciaron el viaje desde la localidad guipuzcoana para dirigirse a Zolder (Bélgica), donde se disputaba la prueba mundialista, recorrido que tardaron en realizar dos días. Entonces no había “pasta” para trasladarse cómodamente en avión.

Los corredores viajaron junto a los seleccionadores Mariano Galarza y Antón Barrutia, antiguos ciclistas profesionales, más los técnicos encargados del material. En la vaca del bus se transportaron las bicicletas y los repuestos.

Para hacernos una idea del medio de transporte, en la foto que va a continuación podemos ver el autobús en cuestión utilizado para el transporte de material y ciclistas para acudir a un mundial anterior, el celebrado en 1968 en Luxemburgo, en el que también participó Basualdo. En la otra imagen aparecen los corredores seleccionados entonces.

Volviendo al mundial de 1970, disputado el 22 de febrero, diremos que nada mas iniciarse la carrera a unos trescientos metros de la salida un grupo de corredores hizo un giro y tomó una dirección equivocada en el circuito, lo que provocó una caída y la consiguiente “montonera”, en la que Basualdo se vio envuelto. Ello supuso que arrancara la prueba ocupando el lugar cuarenta y dos. A lo largo del itinerario había tres obstáculos y el recuerda que en uno de ellos sobrepasó a seis ciclistas que iban por delante, de un golpe. Estaba en plena forma y con una fuerza descomunal y fue remontando puestos hasta llegar a situarse el segundo, a una distancia de 12 segundos del primero. Pensó en intentar alcanzar a éste y tratar de ganar la medalla de oro, pero recapacitó y no quiso arriesgar en exceso, y continuó lo que quedaba de carrera con precaución hasta el final, asegurando el segundo puesto. Entró en la meta a 24” del vencedor, el belga Vermiere, consiguiendo el subcampeonato mundial y colgándose la medalla de plata en el pódium.

La prensa de entonces destacó la gesta deportiva de Basualdo y así podemos ver seguidamente la portada del diario deportivo As del lunes 23 y la información ofrecida por La Vanguardia de Barcelona el martes 24.

Como consecuencia de este éxito obtenido, la selección española repartió un premio de 100.000 pesetas, de las cuales 10.000 se destinaron a los mecánicos y el resto se repartió a partes iguales entre los cinco corredores de la selección.

Hemos querido sacarle ahora una fotografía a José Mari con la medalla ganada entonces, pero para nuestra sorpresa nos dice que no es posible. Nos explica que tras este campeonato del mundo tenía que ingresar en el servicio militar obligatorio, y le aconsejaron que regalara la medalla obtenida, como así lo hizo, al entonces Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, Juan Antonio Samaranch, al objeto de conseguir que con la influencia de este, se le facilitara tiempo durante su estancia en el ejercito para entrenar y disputar pruebas ciclistas.

Pero el “regalo” no dio sus frutos y se quedó sin medalla y sin “enchufe”. Tuvo que ser un miembro de la familia Knörr, propietaria del equipo ciclista Kas, el que moviera los hilos para conseguirle tres meses de permiso para la actividad ciclista.

Por el triunfo en Bélgica le fue concedida la insignia al mérito deportivo en 1970, y esta por supuesto no la regaló y la conserva. Dice con satisfacción, tras los años transcurridos desde entonces, que en el ciclismo ganó sobre todo amigos.

Como aficionado fue campeón estatal de ciclocross en los años 1969 (Ibarra/Tolosa), 1970 (Pontevedra) y 1971 (Aretxabaleta) y como profesional en 1972 (Durango), 1973 (Manresa) y 1976 (Areta/Llodio).

El noticiario NO DO que se proyectaba en los cines en aquellos años, ofrece las imágenes del campeonato nacional disputado en Durango, que ganó. Dando clic en el enlace que ofrecemos a continuación (http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-1469/1469941/) podremos ver el vídeo de esa prueba. Para ir directamente a la noticia que nos ocupa debemos avanzar en el vídeo hasta el minuto 6 y 53 segundos.

Tras dejar el ciclismo Basualdo trabajó en la empresa Tubacex hasta los 59 años de edad, compatibllizando ese puesto con una tienda de deportes, Basualdo Kirolak, que la abrió en 1977 en Amurrio, donde vive. La tienda continua atendida por su familia.

En esa localidad alavesa donde tiene su domicilio, existe un centro denominado Amurrioko Txirrindularitza Museoa, que lamentablemente es muy poco conocido. El local ha sido cedido por la empresa Destilerías Manuel Acha, y en él se exponen multitud de fotografías, recortes de prensa, maillots, bicicletas, trofeos, carteles y otro material referido a la historia del ciclismo, centrado principalmente en los corredores vascos y en especial en los txirrindularis alaveses. Este museo es una iniciativa particular de Alfredo Cerrillo, vecino de Amurrio y practicante durante muchos años de este deporte. Él ha sido quien ha conseguido juntar todo el material que allí se expone y es quien ha montado la exposición permanente, tras un año de trabajo intenso para organizarlo todo.

Si se quiere visitar el museo debe acudirse directamente a él, ya que no existe otra persona encargada de ello. Sería interesante, para darle mayor realce, que alguna institución pública lo acogiera y así poder ser atendido en un horario establecido y de esa forma ser visitado sin molestar a su creador, e incluso incluirlo dentro de los lugares interesantes de cara al turismo.

Pues bien, este museo dedica una parte importante a nuestro protagonista José María Basualdo. Está expuesta, entre otras cosas, la bicicleta con la que ganó el subcampeonato mundial a la que nos hemos referido. En la fotografía que va a continuación le vemos junto a la “cabra” que le llevó a cuestas en aquel memorable campeonato.

En el vídeo que va seguidamente podemos observar una parte del museo citado.

Casualmente el mundial de este año se va a celebrar el fin de semana del 30 y 31 de enero, en la misma ciudad belga en que se disputó el de 1970, Heusden-Zolder, y también va a contar con la participación de un alavés Javier Ruiz de Larrinaga Ibañez, reciente campeón de España 2016 en Torrelavega.

¿Se repetirá el éxito de 1970?.

 
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