Del juego de hoy al emprendimiento del mañana
Córdoba
Aún guardo en mi retina el impacto de la imagen de los niños y niñas de Cabo Verde jugando al futbolín con una caja de fruta, el palo de una fregona, ocho tapones de corcho y la bola de un desodorante.
Ha sido una imagen viral en las redes que, más allá de la injusticia que deja patente, supone un espectáculo de ingenio y disfrute compartido que debería invitarnos a reflexionar. Y es que nuestra sociedad occidental, en mi opinión, pretende realizar una labor de compensación material para equilibrar el tiempo de afecto, escucha y cuidado que le usurpa a la infancia.
Los ritmos frenéticos de vida nos impiden acompañar el crecimiento emocional de nuestros menores. En su lugar le ofrecemos, en demasiadas ocasiones, juguetes individuales, sedentarios y altamente tecnificados que lo hacen todo, limitando el desarrollo de su creatividad, cercenando su ingenio y bloqueando su talento.
Una vez más vivimos la paradoja de sembrar aquello que no deseamos recoger. Si queremos una sociedad del mañana basada en el emprendimiento y la innovación ofrezcamos hoy espacios de juego libre y colaborativo.
