Cordialidad institucional sí, crítica también

La sintonía que ayer mostraron el president Puig y el alcalde Ribó es total. En los gestos, en las palabras. Es bueno que exista buena relación entre instituciones, que haya colaboración, al margen de partidos políticos. Es más, que un partido político gobierne 2 administraciones distintas no es garantía de entendimiento, y podemos encontrar varios ejemplos en el pasado más reciente.

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Independientemente de eso, la cordialidad institucional no ha de impedir que cada administración pública vele por los intereses de sus administrados. En ese sentido echo de menos cierto tono crítico del gobierno local con los presupuestos de la Generalitat que prevén para Valencia pocas inversiones esre año.