Un sistema que “culpabiliza" al trabajador y sobrecarga a los médicos

Alicante

Tan sólo una semana después de entrar en vigor el nuevo sistema de bajas laboral -que fija cuatro tipos y en cada uno de ellos un nuevo sistema de partes de confirmación- los sindicatos aprecian lagunas.

Lamentan que aunque, por un lado, se presente como un intento de reducir la carga burocrática a los médicos de la sanidad pública, en realidad, se parte de una premisa de "desconfianza" hacia éstos y hacia los propios trabajadores.

Aseguran desde Comisiones Obreras que, al final, no se causan menos molestias a los empleados a la hora de ir a recoger los partes, porque en cuanto la baja dura más de cinco días deben pasar revisiones médicas semanales. Además, si la empresa tiene contrato con una mutua, ésta puede citar al operario tantas veces como crea conveniente.

Apunta el delegado de Salud Laboral en l'Alacantí-les Marines, Javier Pérez, que según sus últimos datos recopilados, de enero a noviembre de 2015, en la provincia se registraron 13.970 accidentes laborales, esto es 1.216 más que ese mismo período del año anterior. Las bajas más frecuentes en Alicante están asociadas al sector servicios y a la construcción y un gran porcentaje tiene una duración entre uno y dos meses.

Precisamente en las bajas de más de un mes, ligadas sobre todo en Alicante a lesiones músculo-esqueléticas, se debe expedir un informe médico complementario y otro trimestral de control donde se justifique la razón por la que se mantiene la incapacidad temporal.

A ello se suma que el Ministerio de Sanidad fija unas tablas estimativas de la duración de las bajas en función de la edad, el trabajo y la lesión que "da lugar a una excesiva estandarización de los períodos de incapacidad".

Incluso en pacientes con enfermedades graves, afirman, estos deberán pasar unas 50 veces al año por el médico y redactarse hasta nueve informes.

Critican también que la nueva normativa sea una forma de "vigilancia externa al sistema sanitario público, con el nuevo control de las contingencias comunes por parte de las mutuas".

Por todo ello, concluyen que en lugar de un enfoque clínico, está primando el "meramente crematístico y administrativo".