Excrementos de ratones en el desayuno de los presos
La avería en el ordenador que controla la apertura de las celdas provocó momentos de "máxima tensión" con los reclusos

Bollos del desayuno de los internos de la cárcel de Granada con excrementos de roedores / Plataforma sindical de la prisión de Granada

Granada
Los sindicatos de la prisión de Granada han denunciado un agravamiento en las condiciones laborales y de habitabilidad del centro penitenciario. Lo último ha sido la aparición de excrementos de ratón en la comida y un grave fallo informático. Eso se une a la sobrepoblación de internos (un 50 por ciento más) y una importante falta de funcionarios: se necesitan 500 pero faltan 80.
Los representantes sindicales han denunciado que en el desayuno de este fin de semana se han repartido bollos que contenían visibles excrementos de ratón. Denuncian que ocurrió en el módulo 2. Los funcionarios tuvieron que retirarlos ante las protestas de los presos. Recientemente la prisión soportó una plaga de ratas y otra de cucarachas. La plataforma sindical de la prisión ha exigido el control de la nueva plaga de ratones en la cocina. Asegura que esto demuestra que el problema es endémico y no se ha solventado.
Por medio de un comunicado, la plataforma sindical ha denunciado además el problema de personal y de mantenimiento del centro. El último problema grave ha sido una avería en un ordenador que controla la apertura de las puertas de los dos primeros módulos de la cárcel. Los presos (227 en esta zona cuando está pensada para 144) se alteraron al no poder salir de las celdas.
El comunicado asegura: "Los internos comenzaron a dar grandes voces con quejas e insultos a los trabajadores, aporreando sus celdas, exigiendo salir al patio y reclamando el desayuno. Este alboroto no cesó hasta que no se empezó la apertura de las celdas de forma manual, operación que se terminó tres horas después de establecido por el horario oficial del Centro. La avería no fue reparada hasta pasada las doce de la mañana, en ese tiempo todas las puertas y rastrillos de estos dos módulos estuvieron abiertos, las cámaras no funcionaban y sin corriente eléctrica".
Los sindicatos califican la situación de caótica puesto que también se produjo la inundación de la "sala hídrica", lo que obligó a reparar los magnetotérmicos y secar las bobinas de los motores con lo que el suministro de agua estuvo "en peligro". Dicen los sindicatos que son habituales microcortes eléctricos y averías de todo tipo.




