Informe de situación

Alicante

La derrota del Hércules frente al filiar del Barça ha vuelto a aportar inestabilidad social entre los aficionados herculanos y supongo que también en el seno del club. Lo primero que hay que decir es que el puesto séptimo es irreal porque faltan sumar los tres puntos contra el desaparecido Huracán y la situación no es tan mala como parece, pero sobre todo esta derrota lo que hace es poner de nuevo los pies sobre la tierra y descartar los sueños triunfalistas.

Si viviéramos una película bélica o de acción en estos momento la situación del Hércules lo que requiere es lo que los analistas llaman un "informe de situación" y ese informe es el que vamos a desvelar a nuestros oyentes. Lo primero es evaluar las posibilidades reales de clasificación. Opino que el Hércules se tiene que clasificar tercero o cuarto del grupo, pero peleando por ello, y tiene un porcentaje de riesgo de quedar quinto lo que sería una hecatombe deportiva. Por fortuna son mayores las posibilidades de clasificarse para el play off de ascenso que las de quedarse fuera, pero no hay que confiarse.

Lo segundo es que veo casi imposible el ascenso. El equipo es irregular y predecible en su juego y no le veo con carácter y seguridad para superar tres eliminatorias en las que seguramente jugaremos el partido de vuelta en campo contrario.

Lo tercero es que seguimos con los mismos errores. La plantilla es corta y hay dos licencias de jugadores sub-23 sin cubrir y son necesarias en el tramo más importante de la competición pues estamos con menos efectivos que nuestros rivales y las sanciones y lesiones que se producen tienen que sustituirse con garantías para competir, al menos, al mismo nivel que nuestros rivales.

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El informe es desalentador. Entonces intentemos ver con esperanza el futuro y analicemos el porvenir del club. Sabemos que sin el ascenso el año que viene el Hércules tendrá que pagar unos doscientos mil euros mensuales entre costes de funcionamiento (plantilla incluida) y deudas de la Ley Concursal pues a fecha de hoy no se ha conseguido el acuerdo para prorrogar una año más la protección en caso de descenso. Y en Segunda B conseguir esos ingresos es simplemente imposible.

Además el futuro deportivo es penoso. Sólo tendremos la alegría del ascenso del Juvenil A a la categoría que perdió el año pasado: la División de Honor; pero el filial, el Hércules B, seguirá otra temporada más perdido por categorías regionales ya que este año el ascenso a Tercera División es imposible, pues está mas cerca de la cola que de la cabeza.

Y por último hay que recordar que seguimos sin noticas de Europa, aunque oficiosamente todos esperamos el dictamen de la Unión Europea declarando ilegales las ayudas que en su día concedió la Generalitat a los clubes de futbol autonómicos. Esto empeorara mucho más la situación. Y fíjate que soy correcto y no hago mención a las promesas incumplidas del alcalde sobre la subasta que el Instituto Valenciano de Finanzas iba a celebrar antes de Navidad ni sobre los inversores que se han arrimado ofreciendo dinero tocando tanto puertas oficiales como de exjugadores. En resumen "na de na". Mal futuro.