Dando la cara
El Sporting, al que con el 1-2 no le señalaron un penalti sobre Halilovic, acabó cayendo con dignidad ante el Barça, con un Messi imparable

Denis Doyle (Getty Images)

Gijón
Imperó la lógica en El Molinón. El Sporting perdió contra el F.C. Barcelona, que ha metido la directa hacia el título de Liga. Cayó el Sporting dejando una imagen digna, dando todo lo que pudo ante una constelación de estrellas y con una duda que nunca se despejará: ¿Qué hubiera pasado si De Burgos Bengoetxea se hubiera atrevido a pitar el penalti sobre Halilovic con 1-2 en el marcador? Nunca lo sabremos. Posiblemente lo mismo o parecido, aunque el decorado hubiera cambiado.
- FICHA TÉCNICA
Abelardo salió con 'el equipo B'. No se puede hablar de los suplentes, porque jugadores como Nacho Cases, Lora o Halilovic han sido titulares durante casi toda la competición, pero el equipo gijonés no se pareció nada al de la Liga. 'El Pitu' buscaba frescura pero sobre todo (no nos engañemos) no asumir ningún riesgo de cara al partido del sábado contra el Betis, donde el equipo se juega realmente las habichuelas.
¿Lo habrían hecho mejor los titulares de la Liga que los elegidos por Abelardo? Tampoco lo sabremos nunca, pero lo más normal es que no fuera muy diferente. Porque el Sporting no hizo un mal partido, al menos mientras hubo cierta emoción en el marcador. Ante semejante rival, poco más puede hacer un equipo como el gijonés. Defendió solidariamente y trató de salir al contrataque. En la primera parte tuvo dos, realmente brillantes. Una acabó en gol y la otra no lo fue por poco.
El Barça empezó el partido con un ritmo bajo, tocando en zonas poco peligrosas y sabiendo que llegaría su momento. Pero a los ocho minutos el Sporting disfrutó de la primera ocasión del partido. La apertura de Halilovic para Álex Menéndez acabó en un disparo cruzado que se marchó fuera por poco.
La parsimonia del Barça no le gustó a Leo Messi, que optó por echarse el equipo a la espalda. Y cuando Messi se pone a jugar, es imparable. A los 24 minutos, el argentino chutó desde la frontal, sorprendiendo a Cuéllar, que no esperaba el disparo y que se quedó corto en la estirada.

GRA532. GIJÓN, 17/02/2016.- El delantero argentino del FC Barcelona Leo Messi (d) celebra su segundo gol con el uruguayo Luis Suárez (i), durante el partido aplazado de la decimosexta jornada de Liga en Primera División que Sporting de Gijón y FC Barcelon / Alberto Morante

GRA532. GIJÓN, 17/02/2016.- El delantero argentino del FC Barcelona Leo Messi (d) celebra su segundo gol con el uruguayo Luis Suárez (i), durante el partido aplazado de la decimosexta jornada de Liga en Primera División que Sporting de Gijón y FC Barcelon / Alberto Morante
Reacción rojiblanca
El Sporting reaccionó de la mejor forma posible. Cuatro minutos después de encajar el gol, montó otra conta de libro, que definió Carlos Castro a pase de Álex Menéndez. El Molinón se convertía en una fiesta y soñaba con complicarle la vida al Barça.
Pero la alegría dura poco en la casa del pobre. Concretamente fueron dos minutos de felicidad, hasta que Messi (otra vez) tiraba de genialidad para rematar con el exterior una combinación con Luis Suárez. Neymar tuvo un par de ocasiones para aumentar la renta (una se estrelló en la cruceta), pero el encuentro llegó abierto al marcador.
El Sporting salió bien en la segunda parte. Tan bien que pudo igualar el marcador, pero el árbitro no se atrevió a pitar penalti en un claro derribo de Arda a Halilovic. No dudó en señalarlo, sin embargo, en el otro área, en una acción de Cuéllar con Neymar. Interpretó el árbitro que el guardameta arrolló al delantero, por mucho que se frenara Cuéllar al ver que el balón era inalcanzable. Pero en el Barça todo es fantasía menos los penaltis, que son una pesadilla, al menos cuando siguen el método tradicional. Cuéllar le adivinó la intención a Luis Suárez y detuvo la pena máxima, provocando otro momento de ilusión en El Molinón.
Suárez se desquitó, poco después, con un golazo. El uruguayo se fabricó un espacio dentro del área, se perfiló hasta encontrar la posición y disparó con la zurda. El tiro fue inapelable en esta ocasión para Cuéllar. Era el 1-3 que dejó el partido sentenciado.
Abelardo lo lamentaba en la banda. Su equipo estaba en un buen momento y preparaba la salida de Jony e Isma López para intentar romper al Barça a la contra. El 1-3 le desmontó los planes.
Así se acabó la historia. El final del encuentro fue un trámite. No hubo sorpresa ni tarde antológica en El Molinón. El Sporting salió de la gran cita sin daños considerables y ahora puede centrarse en lo verdaderamente trascendente: el partido contra el Betis. Habrá quien mantenga el debate de si Abelardo debió poner otra alineación, pero todo se dará por bueno si el Sporting gana en Sevilla. Entonces dará un paso muy grande para volver a pensarse cómo parar al Barça la próxima temporada.

David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...




