Jaume Font vuelve al Govern
Jaume Font no es viejo, pero es el político más veterano de Balears. No por lo que ha vivido, sino por lo que ha sobrevivido. Jaume Matas quiso acabar con él, José Ramón Bauzá lo maltrató porque encarnaba el alma mallorquina del PP. Font sigue ahí.

Palma de Mallorca
Jaume Font no es viejo, pero es el político más veterano de Balears. No por lo que ha vivido, sino por lo que ha sobrevivido. Jaume Matas quiso acabar con él, José Ramón Bauzá lo maltrató porque encarnaba el alma mallorquina del PP. Font sigue ahí.
Marcado por las cicatrices de una sentencia del Supremo y otra del PP, Font se reinventó en el PI y esta semana ha regresado por la puerta grande al Govern. Lo han invocado para salvar la ecotasa falsificada que pretenden imponer PSOE y Més.
Font está en campaña permanente, para incorporar al PI los restos del naufragio del PP. Con más instinto y olfato que inteligencia, ha detectado un vacío de poder así en el Gobierno como en el Govern, y lo ha ocupado sin complejos. Font no sabría apoyar educadamente desde fuera, su ímpetu pobler le lleva a irrumpir con energía en el Pacto.
Al comienzo de la legislatura, Font ya me anunció que los 34 diputados de izquierdas serían 24 en numerosas ocasiones, por el desenganche de los diez de Podemos. Y en esas circunstancias, el PI sería esencial para PSOE y Més, que deben plantearse el tipo de política que están haciendo para recibir el aplauso de la derecha regionalista.
Font se enseñorea del Parlament con solo tres diputados, el número PI. En la sesión inaugural de la legislatura, Francina Armengol ya le dijo que "tendremos que hablar mucho" ¿Y dónde queda el PP en todo esto? Ni está ni se le espera.




