De Tahúres y hombres de estado
Hace ya muchos años que Alfonso Guerra llamó a Adofo Suarez “tahúr del Missisipi” y hoy la frase es aplicable a aquel que está jugando una partida en la que no ha recibido las cartas adecuadas.
Pretender imponer un Gobierno, pretender una vicepresidencia ejecutiva, pretender ocupar los resortes del Estado (CNI, CIS, BOE…) sin diputados suficientes, querer venderse como triunfadores siendo la tercera fuerza política solo tiene un nombre: jugar de farol. Y todo ¿para qué? ¿por el bien de la Nación o por el beneficio propio?
Tanto machacar con la misma idea, tanto repetir el concepto, tanto vender eso de “un gobierno progresista” mientras se mira a regímenes claramente cercenadores de libertades solo tiene un nombre: izquierda casposa y anticuada, teorías de hace un siglo.
Pablo Iglesias tiene muy clara su hoja de ruta y no pasa precisamente por el progreso y la recuperación de España, más bien pasa por los experimentos universitarios aprendidos en asambleas de facultad y en estancias caribeñas. ¿Y Pedro Sánchez? Pedro Sánchez debería tener más altura de miras y no despreciar a más de siete millones de españoles. ¿Gran coalición con Partido Popular y Ciudadanos? ¿Por qué no? Es momento de olvidarse de prejuicios y de pelear por lo que de verdad importa: España y los españoles. Es el momento de los hombres de Estado, no de los tahúres.
Sin duda estamos viviendo jornadas apasionantes, solo cabe esperar que el fruto de tanta tensión, de tantas horas de negociación no acabe como el parto de los montes.
