Y Mestalla por fin disfrutó

Valencia

Seguro que habrá mucha gente que piense que la goleada del Valencia fue posible gracias a que enfrente tenía una banda que en España no jugaría ni en segunda división, y quizá en parte sea así, pero yo, después de tantos y tantos palos al equipo durante toda la temporada, hoy me quiero ir a la cama con la convicción de que el mérito de la goleada es casi todo del Valencia.

El equipo hoy me ha encantado. Ha sido medía hora larga de fútbol total. Entrando por un lado y por el otro, e incluso por el centro. De los cinco goles de la primera parte dos han llegado tras jugadas por la izquierda, otros dos por la derecha y uno, el segundo, el de Parejo, tras un pase interior entre los centrales. Fútbol desde todos los ángulos y con todos los registros posibles. Perfecta circulación en el centro del campo. Toque, toque, toque, hasta que apareciera la jugada por el sitio donde más daño hacía al rival. ¿Un oasis de espectáculo en medio de un desierto de mediocridad? Pues probablemente sí. El tiempo lo dirá. Pero hoy... ¡Que nos quiten lo bailao!

Y mención especial para un muchas veces denostado Santi Mina. Quizás en muchas ocasiones criticado con razón, pero creo que en otras injustamente. No está siendo ni mucho menos de los peores de la desastrosa temporada y hoy ha jugado el partido perfecto. No habrá muchos futbolistas en toda la historia que en un partido oficial a estas alturas de competición hace en 35 minutos lo que ha hecho él: participar de forma directísima en los cinco goles. Metió el primero adelantándose en el primer palo, dio el segundo con un magnífico pase interior, volvió a marcar en el tercero rematando esta vez en el segundo palo y regaló además el cuarto y el quinto con pases medidos desde la derecha. De videoteca. Ojalá desde ya deje de perseguirle el clausulazo que pagó el Valencia por él el pasado verano.