Dos agentes de Tráfico salvan la vida a un bebé con una boquilla de alcoholemia

Córdoba

Gabriel y Francisco, dos agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Córdoba, no olvidarán nunca lo ocurrido este sábado.

Habían empezado el turno de tarde y ambos patrullaban por carretera de Villarubia, (Córdoba),  por la A-431, cuando un vehículo se paró junto a ellos y una mujer bajó con un menor en los brazos pidiendoles auxilio.

La madre les pedía a los agentes que la ayudaran a atender al bebé y a llevarlo al hospital lo más rápido posible. El niño no respiraba.

Ante la gravedad de la situación los agentes intentaron reanimar  al bebé , que mantenía la boca cerrada con fuerza y corría riesgo de asfixiarse con su propia lengua.  Gabriel y Francisco utilizaron  el primer recurso que tenían a mano para mantener abiertas las vías respiratorias del niño, y lo hicieron usando una de las  boquillas que se utilizan para realizar las pruebas de alcoholemia.

Una vez estabilizado y sin perder tiempo, accionaron los prioritarios del vehículo y llevaron al menor al hospital en su vehículo. 

El bebé se encuentra bien. Estuvo ingresado en observación y le dieron el alta el mismo sábado. 

Acostumbrados como están a atender situaciones de emergencia y a intervenir en siniestro de tráfico, no esperaban acabar en una misión tan especial como la que el destino les iba a encomendar esa tarde. En Córdoba Hoy Por Hoy, Gabriel, decía "nuestra labor no suele ser esta, nosotros nos solemos encontrar accidentes pero siempre vamos sobre aviso".

La mayor dificultad de los agentes es que no sabían que le había ocurrido al niño para que estuviera así. "Era una situación extrema, el niño no reaccionaba, lo único que nos quedaba es que reaccionase, que respirase y llevarlo para el hospital corriendo", recuerda Gabriel.