Las obras en un colegio enfrentan a Comunidad y Ayuntamiento
La Consejería de Educación da por terminadas las obras necesarias en el Gonzalo Fernández de Córdoba y el consistorio asegura que no son suficientes y que no va a reabrirlo
Madrid
El cierre temporal del colegio Gonzalo Fernández de Córdoba, situado en el distrito de Latina, se convierte en un culebrón que enfrenta al Ayuntamiento y a la Consejería de Educación. O al menos a los informes técnicos elaborados por ambas administraciones. Más de 400 niños fueron trasladados después de Navidad a otro centro de Carabanchel por el riesgo de derrumbe que existía sobre el colegio y que fue certificado por los técnicos municipales. De hecho, los padres venían denunciando el abandono del colegio desde los tiempos en los que la alcaldesa era Ana Botella.
El gobierno regional comprobó la necesidad de esas obras, las cuales ha llevado a cabo en este tiempo con sus propios informes, centrados sobre todo en la cubierta del colegio. Posteriormente, ha informado al Ayuntamiento de esos trabajos y da por terminadas las reformas. En un informe fechado el pasado 4 de febrero, la División de Proyectos, Construcciones y Supervisión considera que se han realizado "las actuaciones necesarias y el edificio es apto para el uso público". Detalla que no se han encontrado indicios de deformaciones o fisuras que supongan un riesgo "para la integridad de las personas". Es más, fuentes de la Consejería, consideran que se podría reubicar a los alumnos ya en el próximo mes de marzo.
Sin embargo, para el consistorio las obras no son suficientes ni garantizan que no haya peligro. Por ello, la concejal de los distritos de Carabanchel y Latina, Esther Gómez, confirma que no tienen intención de proceder a la apertura del colegio a corto plazo. "No sólo son obras de aplicación en una parte de la cubierta, sino de más entidad", explica Gómez, "y si hay dudas sobre la seguridad no vamos a levantar la orden de cierre". El Ayuntamiento realizó su propio informe cinco días después, el pasado 9 de febrero, y en él considera que "la Comunidad de Madrid no ha dado estricto cumplimiento a la orden de ejecución", calificando la reforma de parcial. Concluye la argumentación del consistorio que persiste una situación de riesgo por lo que considera que el desalojo de los alumnos sigue siendo necesario. La concejal en todo caso añade que el Ayuntamiento no está dispuesto a entrar en conflicto con la Comunidad, pero advierte: "si la Comunidad no quiere asumir la responsabilidad de acometer las obras que faltan, el Ayuntamiento valorará si las tiene que asumir. Pero nunca abriremos sin la seguridad de que los niños pueden volver sin problemas".
La historia sigue, ya que el Ayuntamiento pide nuevos informes a la Consejería, los cuales han sido finalmente entregados esta misma semana y están a la espera del análisis por parte de los técnicos del consistorio.
Mientras tanto, los alumnos se siguen trasladando en autobús hasta el otro colegio de reemplazo temporal. "Es una situación incómoda y que lleva mucho tiempo en traslados", reconoce Elena Caballero, portavoz de la AMPA del colegio. No obstante, los padres y madres no quieren correr ningún tipo de riesgo: "ya nos hemos hecho a la idea de que estaremos así hasta final de curso. Si la Comunidad ha hecho sólo el 20% de las obras como dice el Ayuntamiento lo que queremos es que nos garanticen que no hay peligro para niños, profesores y personal", concluye Caballero.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...