Torres implica a Obama
Todos sospechamos que La Zarzuela participó en el tinglado del 'caso Infanta' más allá de lo deseable. Sin embargo, cuando Torres habla en posición de firmes del "jefe del Estado", quiere transmitir su delirio de que el país entero dependía de los ridículos foros que organizaba

'La línea roja' de Matías Vallés (25/02/16)
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Palma de Mallorca
Los americanos llaman 'soltadores de nombres' a los cursis que espolvorean su conversación con menciones a personalidades con las que supuestamente han coincidido. Los mediocres quieren contagiarse de la magia de los ricos y famosos.
Diego Torres es el campeón mundial de los 'soltadores de nombres'. No había comenzado su declaración en el 'caso Infanta', y ya había ensartado a Juan Carlos de Borbón y a Corinna entre sus contactos y tutores.
Si le dan tiempo, Torres implica a Obama, por el interés extraordinario de la Casa Blanca en sus foros. O señala que Putin deseaba restaurar la Unión Soviética, a partir de las ideas de Nóos. O revela que Madonna suplicó cantar La Balanguera en el Forum de Palma.
Todos sospechamos que La Zarzuela participó en el tinglado del 'caso Infanta' más allá de lo deseable. Sin embargo, cuando Torres habla en posición de firmes del "jefe del Estado", quiere transmitir su delirio de que el país entero dependía de los ridículos foros que organizaba.
El 'soltador de nombres' no solo se emparenta con reyes, también con instituciones. En su libro, Torres compara sus desgraciadas iniciativas con el foro de Davos o con las cumbres del G8 y el G20.
La mejor defensa de Torres sería escudarse en que padece la enfermedad del 'soltador de nombres', y que le cautivaron los apellidos Borbón Urdangarin. El cerebro de Nóos tiene que elegir entre ser inocente y ser importante, y le cuesta decidirse.




