Giuseppe Grezzi y Alberto Mendoza

Valencia

La discrepancia en política es buena, incluso saludable... pero la hostilidad mutua con la que se tratan los concejales Giuseppe Grezzi y Alberto Mendoza es algo que llama poderosamente la atención. Mendoza sigue considerando a Grezzi como el azote del PP. Lo hacía ya cuando solo era asesor de Compromis, cuando lucía provocadoras camisetas. Ahora no lleva. Grezzi, mientras, sigue viendo a Mendoza como el pupilo de Miquel Domínguez, del que fue asesor. Ahora es el único representante del sector cristiano del PP en el Ayuntamiento.

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Los dos, Grezzi y Mendoza, tienen una forma algo diferente de entender la movilidad, pero creen en la movilidad, en la bici, en el transporte público... quizás tengan más en común de lo que creen.