Un triunfo para eliminar a un rival directo

Alicante

De nuevo la prueba del césped artificial para seguir entre los cuatro primeros. La competición ya no da treguas, si acaso el no partido frente al Huracán, y cualquer tropiezo convierte el lunes alicantino en un drama. Y la victoria, por el contrario, en un momento para soñar. A estas dos situaciones, empates que no saben a nada aparte, se reduce todo ya en el Hércules.

Y es que los de Vicente Mir saben que triunfar en Baleares significa seguir entre los cuatro primeros, quizá subir a la tercera plaza o recortar a los dos primeros. Otro resultado es meterse en un lío. Y lejos del Rico Pérez esta tesitura se presenta en césped artificial. Afortunadamente, algo similar ocurre conel rival, que tiene más presión porque apura sus opciones de reengancharse al grupo de candidatos a ocupar los puestos nobles, pero que lo puede ver muy lejos si cae ante su gente.

Llega el Hércules con el pesar que significa perder para unos dos meses, es decir, para el momento más importante de la competición hasta que lleguen las eliminatorias, a su jugador más peligroso y desequilibrante durante gran parte de la temporada. Nieto se lesionó esta semana y esta situación abre el casting de la titularidad a Álvaro y a Gallar. El primero no se ha ganado a Mir en las semanas que lleva aquí, mientras que el segundo trata de quitarse la etiqueta de agitador.

Los que si llegan son Rafita y Peña. El capitán especialmente, porque siempre llega y siempre da la cara en esa eterna juventud en la que vive el lateral. También Rafita ha superado sus molestias y alivia a un Vicente Mir que mima a Gato para que se convierta en el jugador decisivo del primer tramo de la temporada y que sonríe porque le gustó su equipo en Badalona, en la primera prueba sobre una superficie poco amiga de este equipo. Eso, como las lesiones, ya no puede ser excusa. Sólo vale seguir en las posiciones nobles.