Contador vuelve a donde todo empezó
El pinteño compite desde el domingo en la París-Niza donde se “destapó” en 2007
Pinto
No fue una época fácil. El ciclismo español venía ese año afectado por la Operación Puerto y Contador no tuvo equipo hasta enero (Discovery Channel), pero la Paris-Niza, que terminó ganando, le descubrió como el campeón que es. “De alguna forma fue el trampolín para el Tour de Francia”, reconoce el pinteño en su página web. Fue el año de su primer triunfo en los Campos Elíseos, tras la eliminación de Rassmussen, y el inicio de un palmarés histórico pues, a partir de ahí, ha ganado siete grandes vueltas en nueve temporadas.
Por eso, para Alberto Contador, la París-Niza, que no corre desde 2010 (cuando también ganó), “es una carrera especial y que siempre se me ha dado bien. Es, además, una prueba muy importante para la preparación porque te da ritmo y una buena base para el resto del año. Como contrapartida, es también una carrera complicada por los muchos rivales, por el recorrido y por la climatología”. Otro triunfo, colocaría al de Pinto al nivel de Eddy Merckx o Laurent Jalabert con tres victorias, pero lejos de las siete consecutivas de Sean Kelly.
Richie Porte del BMC (ganador en 2013 y 2015) será su principal rival junto con Fabio Aru (Astana) o Tom Dumoulin (Giant-Alpecin).
Sobre estas semanas entre la Vuelta al Algarve y la prueba francesa. Contador explica que “no ha cambiado gran cosa, al margen de recuperarme de los esfuerzos, intentar dar más intensidad a los entrenamientos y más ritmo a las piernas”.
Del recorrido de este año (con una contrarreloj para iniciar y dos etapas de montaña decisivas) lo que más destaca, según Contador, es que es “uno de los más duros que recuerdo, muy montañoso, pero que por otro lado empieza con un prólogo llano y nada técnico, muy apto para los especialistas. Echo de menos esa contrarreloj en el Col d’Eze nunca he podido correr, pero a cambio tiene dos finales en alto, uno más para gente de peso y otro para escaladores”.