Ocio y cultura

Los camineros de Álava en los siglos XIX y XX

En nuestra sección de fotos antiguas, presentamos algunos datos e imágenes de los camineros que cuidaban las carreteras alavesas a finales del siglo XIX y mediados del XX.

Vitoria

El poder disponer de algunas fotos de los años 50 del pasado siglo, referidas a los camineros que cuidaban las carreteras de nuestro territorio, nos ha empujado a dedicar un artículo a quienes se dedicaban al cuidado de esas vías. Según Venancio del Val los camineros se establecieron en Álava por primera vez, el 6 de mayo de 1794.

Si bien hubo reglamentos anteriores, que regulaban su profesión como empleados de la Diputación, aquí nos centraremos principalmente en el Reglamento del Cuerpo de Miñones de Álava aprobado en 1940, que los incluía. Este reglamento establecía la organización del ente en tres secciones dentro del mismo, que eran: la de Miñones propiamente dicha, la de Conservación de carreteras y la de Vigilancia de montes. La jefatura del cuerpo correspondía a un comandante.

Los camineros estaban encuadrados en la segunda sección del cuerpo, cuyo jefe supremo -en cuanto a su trabajo específico- era un ingeniero, si bien en algunos aspectos dependían del citado comandante.

Una disposición de la Diputación Foral de Álava del aquel 1940, establecía la distribución en secciones y trozos de la red de carreteras del territorio, que contaba entonces con 950 km. Esta red para su conservación se dividió en tres zonas, y cada una de ellas constaba de cuatro secciones de las que eran responsables sendos capataces. Finalmente, cada sección estaba dividida en trozos.

Eran 116 en total los trozos que abarcaban todo el territorio, y de cada uno de ellos se responsabilizaba un caminero o aspirante a capataz, que era el encargado del cuidado, mantenimiento y vigilancia de su tramo. La media de longitud de vía que correspondía a cada uno de ellos era de algo más de 8 km. Sin embargo, los trozos no eran homogéneos, ya que el caminero con mayor tramo bajo su responsabilidad –que era el situado en Goiain- tenía que atender 17,3 km., y los de Yecora/Iekora, Amurrio y Lupìerro eran los que tenían el tramo más corto con 6 km.

En un mapa que hemos elaborado, se plasman los 116 puntos de la provincia donde se encontraban las casas de los camineros, que a su vez eran las bases para atender el tramo correspondiente. También señalamos el emplazamiento de los capataces, de quienes dependían directamente.

MAPA DE CAMINEROS DE ÁLAVA 1940 / IÑAKI ARMENTIA

Por si alguien tiene curiosidad por saber las localidades o parajes donde estas casetas se encontraban, facilitamos a continuación la lista completa.

MAPA DE CAMINEROS DE ÁLAVA 1940 / IÑAKI ARMENTIA

Curiosamente estaban incluidos puestos de camineros en Trebiño -concretamente en Arana- Ventas de Armentia y Burgueta, los dos primeros en la carretera de Vitoria a Logroño por Pañacerrada y el otro en la actual N-1. También existía otro puesto en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja). Son los señalados como 40, 41, 66 y 56 en el mapa.

Así que, a efectos de conservación de estas vías de comunicación por carretera, esos tramos eran competencia alavesa.

En la imagen siguiente, vemos en la actualidad la casa que ocupó el caminero de Ventas de Armentia (Trebiño), hoy de propiedad privada ya que fue vendida en su día por la Diputación Foral.

ANTIGUA CASA CAMINERO ARMENTIA / IÑAKI ARMENTIA

En las entradas a Vitoria había unos mojones que señalaban dónde terminaba la competencia de conservación de la carretera por parte de la Diputación y donde comenzaba la calle que prolongaba la vía, cuya responsabilidad de mantenimiento era del Ayuntamiento. Aún se mantiene en pie una de estas señales, en la esquina Paseo de la Zumaquera - Comandante Izarduy.

LA VIDA DEL CAMINERO

La mayoría de los camineros vivían con su familia en una caseta construida y facilitada por la Diputación, que normalmente estaba emplazada junto a la carretera, en el trozo que se le había asignado al operario. En los trozos en que no había edificio para el caminero, se le pagaba a éste una indemnización para sufragar el alquiler de una vivienda.

Tenían derecho al disfrute de leña fogueral de los montes comunales como los demás vecinos; esto es: se les adjudicaba un lote de árboles para transformarlos en leña para uso en el domicilio.

En la imagen que vemos a continuación, aparece en 1958 el caminero de Zaitegi delante de la caseta que ocupaba junto a su mujer y sus hijos, acompañado para la ocasión por Elisa- la maestra del pueblo- con su familia.

CASAS DE CAMINEROS DE ÁLAVA / IÑAKI ARMENTIA

Algunas de las casas de camineros estaban emplazadas lejos de los cascos urbanos, como por ejemplo las situadas en los puertos de Vitoria, Herrera y Opakua, por lo que el desplazamiento de los niños para asistir a la escuela, debía hacerse en bicicleta o a pie. No era el caso de la mencionada caseta del caminero de Zaitegi, ya que tenía la escuela a 20 metros de distancia. En la foto que va seguidamente vemos la casa en cuestión y al fondo a la izquierda la escuela del pueblo.

CASAS DE CAMINEROS DE ÁLAVA / IÑAKI ARMENTIA/ARCHIVO E.A.

En esas casas se recogía el agua de lluvia del tejado para ciertas labores domésticas pero muchas de ellas no disponían en aquellos años de agua potable en su interior, por lo que debían obtenerla en una fuente próxima. En la foto que aparece a continuación, se observa la caseta de caminero que estaba situada entre Azazeta y Birgara Goien -hoy desaparecida- que sí disponía de una fuente pegante al edificio y junto a la carretera, al haberse captado el agua de un manantial próximo, desde el cual se enviaba el líquido elemento a través de la correspondiente tubería subterránea. La vemos a la derecha de la vivienda.

CASA DE CAMINERO DESAPARECIDA DE ÁLAVA / ALFREDO DONNAY /S.F.

La reglamentación señalaba que para desplazarse por las carreteras en su trabajo, se les exigía a los camineros poseer una bicicleta y saber conservarla y repararla. Por su parte era obligatorio que llevaran txapela de color rojo, que tenía adherida una chapa dorada con el escudo de Álava.

CUADRILLA DE CAMINEROS ALAVESES / ARCHIVO E.A.

FUNCIONES DEL CAMINERO

El caminero tenía varias funciones: era el encargado de la observación, vigilancia y conservación del trozo de carretera que tenía asignado. Debía mantener el firme en buenas condiciones de rodadura y reparar los baches tan pronto como se producían. Tenía que repoblar el arbolado de la carretera; al año tenía que cavar 100 hoyos para plantación. También prestaba ayuda y asistencia gratuita a viajeros y transeúntes en caso de desgracia o accidente. Debía permanecer en el camino o carretera asignado todos los días laborables del año, trabajando durante ocho horas diarias. En los días festivos tenía la obligación de recorrer una vez su trozo, para detectar incidencias o desperfectos en la vía. Su jubilación estaba establecida a la edad de 62 años.

Por otra parte, era una especie de agente de la autoridad, ya que podía emitir las correspondientes denuncias o multas a las personas que ocasionaran daños en el pavimento o cometieran infracciones previstas en el Código de la Circulación.

El caminero tenía prohibida relación alguna de interés con los contratistas adjudicatarios de las obras, no podía tener carros ni caballerías de su propiedad sin licencia y para que su casa no se convirtiera en una taberna, no podía despachar allí -sin el permiso correspondiente de Diputación- bebidas y comestibles; no obstante, el permiso sí se podía obtener con facilidad si la casa del caminero estaba situada a más de 3 km. del poblado más cercano.

En la foto que se muestra seguidamente aparece José Mari -otro de los camineros de aquella época- junto a su esposa Presen y la hija de ambos; su trozo se encontraba en Altube.

CAMINERO DE ALTUBE EN ÁLAVA / ARCHIVO E.A.

Como ya hemos indicado, varios trozos agrupados pertenecían a una sección cuyo responsable era un capataz. Los capataces de la primera sección tenían su domicilio en casas situadas en Legutiano, Ilarraza, Salvatierra y Ariñez, con 36 camineros a su cargo; los de la segunda vivían en Santa Cruz de Campezo, Peñacerrada, Oyón y Laguardia, con 36 camineros bajo su mando y los de la tercera tenían su base de operaciones en Armiñon, Salinas de Añana, Murgia y Respaldiza, con 44 camineros.

La graduación era igual que la de los miñones. El aspirante a capataz tenía el grado de cabo y el capataz era sargento. Poseían un arma reglamentaria y si lo deseaban podían “lucir” los galones en la vestimenta de trabajo.

En ocasiones en que había que reparar un tramo extenso o colocar nuevo firme en la carretera, los camineros eran agrupados en una cuadrilla y bajo la dirección del ingeniero, el sobrestante y los capataces realizaban el trabajo sin intervención de empresas externas. Para ello contaban con utensilios, maquinaria y camiones propios de la Diputación Foral.

CAMINEROS DE ÁLAVA EN ATAURI / ARCHIVO E.A.

Una parte importante de las casas de camineros a lo largo del tiempo fueron desapareciendo, otras fueron vendidas y alguna tiene hoy un uso distinto al de entonces.

Una de las que se conservan es la de Ehari/Ali, construida junto a la carretera en el paraje de “Errepide” (camino real). Los diversos añadidos en el firme a lo largo del tiempo, han supuesto que la señal kilométrica existente junto a esta casa esté en gran parte enterrada, tal como se ve en la foto que va a continuación. Jokin Landa, alcalde que fue de Ehari durante varios años, nos dice que esta señal marca 3 km. a Vitoria y 33 a km. a Miranda de Ebro.

Uno de los ocupantes de esta caseta en la década de los cincuenta fue el caminero Damián Ortiz de Guinea. Uno de sus hijos totalmente integrado en el pueblo, llamado Ramiro, fue operario en una empresa del metal y compaginó su trabajo con su gran afición a pintar cuadros, incluso llegó a realizar alguna exposición. Una de sus obras titulada “Ehariko Eliza”, la podemos contemplar en el comedor de la Sociedad Gastronómica Kakiturri de Ehari.

CUADRO PINTADO POR RAMIRO ORTIZ DE GUINEA / RAMIRO ORTIZ DE GUINEA

El arquitecto de la Diputación Foral de Álava José Luis Catón y la técnico Marta Larrañaga nos han facilitado los planos de una casa típica de caminero de los años 50-60.

PLANOS CASA DE CAMINERO / DIRECCIÓN DE ARQUITECTURA DFA

En la planta baja se situaba la cuadra, donde se tenían aves de corral, conejos e incluso cerdos para la alimentación de la familia. Alguno recuerda que el día de la matanza del txarritxu, se daba a los niños de la casa una taza de chocolate con pan tostado para untar. En las plantas superiores de la casa se encontraban las habitaciones, la cocina y la sala.

El Archivo Provincial guarda varios expedientes de finales del siglo XIX y principios del XX, referidos a asuntos relacionados con los camineros. Nos parece interesante dar cuenta del tema que tratan algunos de estos documentos: “Miguel Ortiz de Urbina, caminero, solicita ayuda para viajar a París, a fin de ser tratado por el doctor Pasteur de una mordedura de perro rabioso” (1891); “Ha sido quemada por los carlistas la caseta de caminero de Iñurrieta y la del puerto de Herrera (1873); “Diligencias en torno a la multa impuesta por el alcalde de Antoñana al caminero Ruperto Saenz, por irreverencias en el templo durante la misa mayor” (1878); “El peón caminero del puerto de Herrera, Ricardo Burgueta, se queja de que el médico del distrito, no quiere prestarle asistencia (por la lejanía desde el casco urbano)” (1927); “Domingo Ortiz de Arri, alcalde de Zaitegi, solicita que los vecinos de dicho lugar queden exentos de las multas impuestas por el caminero, a causa de la salida de los ganados al camino real, y que se obligue al dicho caminero al pago de los veinte reales por las suertes de leña” (1867); “Solicitud de Juan Ajuria Arechaga, peón caminero con residencia en Elvillar, para que se le conceda permiso para casarse” (1912); “El Gobernador Civil de Álava interesa se proceda a la devolución de los 65 kilos de trigo que le fueron decomisados a Nazario Villa, vecino de Elvillar, por denuncia del peón caminero de Assa. Se acuerda ordenar al peón caminero que proceda a la devolución del trigo depositado” (1919).

PEQUEÑA HISTORIA DE UN CAMINERO

Juan Arrieta Ugarte nació en Azazeta el 26 de junio de 1879. A los 26 años de edad consta que tenía plaza de caminero, ya que aparece en un expediente de 1905 en el que solicita su incorporación al montepío de empleados provinciales”, una especie de fondo de pensiones. En 1908 se casó con una vecina de Gujuli, Juana Oiarzabal, a quien conoció cuando trabajaba en un puesto de caminero en las proximidades. En 1915 solicitó que se le abonara parte de los gastos ocasionados por la construcción de una cabaña junto a la caseta de Altube, donde estaba su “trozo”. Años después, en 1924, siendo caminero en Gujuli fue ascendido a capataz.

Según sus familiares era una persona muy responsable en su trabajo y siempre dispuesto a prestar ayuda a los transeúntes y vehículos que tuvieran algún percance en el tramo del que era responsable. Esta afirmación se constata en un expediente del año 1924 que obra en el Archivo Provincial referido a él, en el que un compañía de autobuses que cubría la línea Vitoria-Bilbao le premia por su eficiencia y ayuda. Dice el escrito que “El Ingeniero Director de Carreteras comunica que el gerente de la Compañia de Automóviles de Álava le ha entregado 25 pesetas, para dárselas al capataz de camineros Juan Arrieta, como gratificación por su asiduidad en el trabajo de la carretera, cuando fue caminero de Gujuli, y solicita la aprobación de esta corporación (la Diputación Foral) para entregarle esa cantidad. Se acuerda dar conformidad a lo propuesto por la Dirección de Carreteras.”

Los descendientes de Juan nos han facilitado dos fotos de su archivo particular, en las que aparece este caminero.

CAMINERO JUAN ARRIETA UGARTE / ARCHIVO FAMILIA ARRIETA

En la esquina superior izquierda le vemos vestido de capataz de camineros, con el uniforme oficial de sargento, que era el grado que le correspondía. Esa vestimenta era igual que la que lucían los Miñones.

En la imagen grande es el tercero por la derecha, y aparece con una cuadrilla de camineros realizando una reparación del asfaltado, con la apisonadora o machacadora a vapor a sus espaldas. El primero de la derecha era el jefe de los capataces, con categoría de sobrestante. No se sabe su nombre, pero sí que se recuerda su apodo: “Katxirulo”.

 
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