Gestión de las emociones en tiempos de crisis

Alicante

Mucha dificultad a la hora de expresar lo que les pasa. Rabia, ansiedad y problemas de conducta. Es lo que se han encontrado los profesionales que sostienen el programa "Apoyo y Prevención de la Exclusión Escolar en tiempo de Crisis" impulsado por Cruz Roja en Alicante dentro de su trabajo en Infancia.

La iniciativa comenzó el pasado año y está enfocada a garantizar el acceso a la educación en igualdad de condiciones, pero no solo desde el punto de vista de los recursos materiales, sino también del bienestar y apoyo emocional de los niños y adolescentes de hogares afectados por la crisis. Y es que la demanda parte de la dificultad de la gestión de las emociones en ese momento de dificultad por el que atraviesan las familias en situación más desfavorecida.

El objetivo es el de crear espacios de seguridad para los pequeños donde gestionar el impacto que provoca la situación, poner cada cosa en su sitio, ayudarles a estar mejor y poner resistencia a lo que puede derivar en problemas de conducta. A través de una psicóloga con atención individual, o a través de grupos de ayuda mutua, analizan la problemática en sus casas y que ello no impacte de manera negativa en la asistencia al colegio o en el éxito escolar.

Alicia Santonja, coordinadora del programa de Cruz Roja en la provincia de Alicante, explica que principalmente se han encontrado con mucha dificultad a la hora de expresar y de conseguir tener unas rutinas estables, también ansiedad y problemas de conducta en las aulas. Muchas veces, subraya, llegan agotados.

Explica que cuando hablas con los chavales "te das cuenta del peso que aguantan y de las dificultades que atraviesan en sus casas". La necesidad que se desprende de las sesiones en los espacios de ayuda mutua es la de hablar y contar, preguntar y dar sentido y nombre a la situación que padecen.

En la provincia de Alicante reciben asistencia psicológica y acompañamiento en talleres 130 niños. El bienestar del pequeño o del adolescente también pasa por su estado emocional y el objetivo es que tengan recursos para sentirse ellos mejor. Y es que pueden tener el material, los libros, pero que el estado de ansiedad no les deje dormir y no asistan a clase en condiciones.

El resultado es a largo plazo, pero ya ha comenzado y hay que seguir trabajando y acompañarles en el proceso. Las alertas: pueden ser a nivel afectivo, conductual, cognitivo con mucho llanto, o rabietas.

El trabajo se desarrolla dentro de un enfoque de derechos. Ahora mismo está en marcha en Alicante, Sax, Torrevieja, Orihuela y Elda, aunque la previsión es ampliarlo a otros municipios. 

En definitiva, la asistencia psicológica individual o a través de talleres de trabajo emocional para poner un nombre a las emociones y trabajarlas, además de orientar a las familias cuando se producen estas situaciones.