El héroe nacional
A Coruña
Mientras en España seguimos sin presidente que nos gobierne, en Estados Unidos están en pleno proceso de búsqueda de candidatos para las próximas elecciones. El más destacado, no por bueno, si no por buena pieza, es Donald Trump, un tipo que a bote pronto, si se convierte en presidente, va a llevar a la humanidad al apocalipsis. Casi nada, menudencias.
El caso es que siempre que pienso en el presidente de los Estados Unidos, no en Donald Trump, sino en la figura del presidente de los estados unidos, me viene a la cabeza una especie de semi dios omnipresente que todo lo sabe y todo lo hace bien.
Y la culpa de esto la tiene el cine y las series americanas. El presidente de los Estados Unidos en el cine americano ha sido siempre el héroe nacional. Desde el presidente que aparece en Independence Day, que el tio se coge un caza de guerra y se pone a matar marcianos, hasta una de esas películas que crees que es una broma: "Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros". Bueno, y por supuesto Morgan Freeman en Deep Impact, que ese si fue el primer presidente negro de Estados Unidos, y no Obama. Morgan Freeman forever, hermanos.
El caso es que, por extensión, he pensado en los políticos españoles y sinceramente, no los veo yo matando vampiros o aniquilando razas alienígenas. En todo caso, si nuestros políticos protagonizasen alguna película, serían comedias de Pajares y Esteso, o si me apuran, Paco Martínez Soria.
¿Se imaginan a Rajoy pilotando una avioneta intentando acabar con alienígenas? Yo más bien lo veo pilotando un sidecar rumbo a Alemania, en busca de trabajo. ¿Se imaginan a Pedro Sánchez matando vampiros con una estaca? Como no los mate de aburrimiento...
Seamos realistas, nuestros políticos jamás serán héroes.
Por suerte, en España, sí tenemos héroes. Aunque nuestros héroes son más normales, no visten licra y no lanzan rayos láser. Eso sí, pagan su cuota de autónomos mes a mes. Eso sí que es un superpoder.
Esos sí que son héroes, señoras y señores, héroes anónimos que se ponen uniformes, cogen fregonas, levantan pesos, dan desayunos, ponen empastes, conducen autobuses, diagnostican trastornos, sirven cafés, limpian tejados, escriben poemas, cantan canciones, cocinan manjares, arreglan bujías y algunos incluso hasta hacen radio.
Es más, creo que si alguna vez nos invaden los alienígenas, será algún autónomo el que encuentre la solución para acabar con ellos. Será por ingenio. Qué duda cabe.
