La pobreza y la desigualdad social afectan más a las mujeres

Bilbao

El portavoz de Ganemos Goazen Bilbao (GGB), Francisco Samir Lahdou, ha presentado una proposición, para su debate en el pleno de abril, en la que insta al Ejecutivo local a adecuar los documentos municipales a un lenguaje no sexista, en cumplimiento de la Ley vasca de Igualdad.

Lahdou recuerda en su iniciativa que la legislación en materia de Igualdad señala que "los poderes públicos vascos deben hacer un uso no sexista de todo tipo de lenguaje en los documentos y soportes que produzcan directamente o a través de terceras personas o entidades". Considera que el contenido de la modificación del Reglamento Regulador del Consejo Municipal de Servicios Sociales estaba "plagado de incorrecciones" sobre el lenguaje de género, que fueron corregidas a través de enmiendas. Esta circunstancia, a su juicio, "es indicativo del poco cuidado invertido en la elaboración de normativas por parte de este Ayuntamiento en relación a la perspectiva de género".

"No se trata de que nuestro lenguaje de cada día esté lleno de barras (os/as) ni de arrobas (@) ni de reiteraciones a veces muy cansadas y que ocupan mucho espacio sobre el papel, sino de hallar términos que nos engloben a los dos sexos, dejando constancia de las aportaciones de las mujeres", ha explicado.

Red de lucha contra la pobreza

Desde la Red de Lucha contra la pobreza y la exclusión social en Euskadi quieren llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran mujeres que sufren o están en riesgo de pobreza o exclusión social en Euskadi. Insisten en que "es necesario que tengamos en cuenta que las mujeres, y más quienes se encuentran en esta situación, parten desde una posición de desventaja con respecto a los hombres", por ello reclaman incluir la perspectiva de género como alto transversal en el trabajo diario.

Economía solidaria, si es feminista

Según REAS Euskadi, un lema coreado en las luchas feministas es: "patriarcado, capital, alianza criminal" y este 8 de marzo quieren denunciar precisamente que ambos sistemas se apoyan para precarizar la vida. Aseguran que la Economía Solidaria debe incorporar la mirada crítica feminista si quiere transformar este modelo socioeconómico en uno más justo y equitativo.