De lo público a lo privado

Firma de opinión Charo Mérida. Incorporar la igualdad a la vida cotidiana. Córdoba Hoy por Hoy.
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Córdoba
En esta semana, de especial intensidad en la celebración de actos públicos en favor de las mujeres, no puedo evitar deslizar una mirada crítica a todo lo que hay en la ‘trastienda’ del escaparate político y social. Y asumiendo que es necesario el compromiso de los poderes públicos con la formación, concienciación y visibilidad de las políticas feministas, he de afirmar que no es suficiente para alcanzar una verdadera igualdad en la vida cotidiana.
Las declaraciones de representantes institucionales deben ir acompañadas de compromisos y conductas igualitarias reales que sirvan como modelos ejemplarizantes para el resto de la ciudadanía. Porque las palabras convencen, pero los ejemplos arrastran. Y estamos demasiado acostumbradas a oír grandes discursos acompañados de pequeñas acciones. Esta dualidad o contradicción entre el discurso público y las conductas privadas genera desconfianza al identificarlas más con una ‘operación cosmética’ que con una convicción ética.
Ya es momento de que la igualdad, entendida como justicia entre mujeres y hombres que comparten escenarios públicos y privados, se incorpore a nuestros proyectos vitales. Es necesario asumir la corresponsabilidad en las tareas de cuidado y en las responsabilidades domésticas. Se trata de un principio de convivencia ineludible para que una sociedad sea realmente democrática.




